Texto: Se
asume de Lewis Carroll
Concepción
y realización gráfica: Benjamin Lacombe y Adeline Richet-Lartigue
Diseño
de troqueles: José Pons
Traducido
por Ramón Buckley
Publicado
por Edelvives
Libro
carrusel – Libro juego
Recomendado
para lectores en marcha
Quizá mi libro infantil favorito
sea El viento en los sauces o Juul. Algunos de los más usados son La oruga
glotona o Vamos a cazar un oso, por su facilidad y atractivo para trabajarlos
con niños pequeños. Sin embargo, poseo dos o tres versiones de Alicia en el País
de las Maravillas, siendo mi favorita la ilustrada por Rebecca Dautremer.
Durante los últimos años he
debido llegar a un acuerdo doméstico con Elizabeth donde los libros que se privilegian
para comprar son los ilustrados o bellamente editados. Eso me llevó a esta
versión de Alicia. Se trata de un libro carrusel (antes había mucho más de este
tipo de libros, pero a día de hoy ya no son tan comunes)donde se ilustran seis
escenas primordiales de Alicia en el País de las maravillas. La edición es
soberbia, el trabajo magnético, pero me sigue sebrando dudas sobre la labor de
Lacombe.
Hay una diferencia enorme entre
Bill Watterson (Calvin & Hobbes) y Jim Davis (Garfield). El primero no dejó
que la industria devorará a su personaje, en tanto el segundo regenta una
suerte de taller donde diversos dibujantes y humoristas mantienen la existencia
de ese adorable gato anaranjado glotón. Son dos formas diferentes de ver las
tiras cómicas. Sospecho, hace algún tiempo, que Lacombe se parece más a Davis. Sin
embargo, todo hay que decirlo, aunque el nombre de Lacombe sea el que aparezca
con letras de molde en la portada, en la página de créditos (o en el apartado,
aquí hay que poner el libro de cabeza para encontrarlo) aparece la mención de
quienes le acompañan.
En el caso de esta edición de
Alicia hay cosas que me molestan, y es una decisión editorial más que
artística, y está relacionada con la caja tipográfica. Detengámonos un momento.
Es imposible que una obra como Alicia en el País de las Maravillas sea
condensada en solo seis paneles. Es decir, no le podría acompañar el texto
completo de la obra. De hecho lo que Lacombe hace es sintetizar en cada panel
una secuencia más amplia de la misma e iluminándola aparece un breve párrafo
que sirve de referencia. Lo que me molesta en este caso es que la caja
tipográfica es diminuta, y creo que ni teniendo diez años se pueda leer
correctamente. En este sentido el texto sobra (en ninguna parte, cosa curiosa,
el nombre de Lewis Carroll es acreditado)y si bien nos acercamos a él con la
gula propia de quien adora la ingeniería de papel (ya nos dedicaremos a ella en
otro momento), no deja de ser destacable la forma en que el elemento
tipográfico sea tan ninguneado.
Alici. Libro carrusel es un elemento
decorativo destacable que puede funcionar como foco que atraiga a un lector
desprevenido o como elemento de coleccionista, pero no como libro en sí mismo,
y en este momento en que tantas ediciones especiales están saliendo de los
libros, es momento de preguntarnos, ¿qué esperamos de un libro?, pero esa es
otra pregunta, y será contestada en otra ocasión.
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