Escrito e ilustrado por Inês Castel-Branco
Publicado por Akiara Books
Recomendado para lectores en marcha
Libro informativo
No sé respirar. Bueno, si lo pienso bien no
sé hacer un montón de cosas como un estante o una nave espacial, aunque de cualquier
forma nadie espera que haga eso (bueno, a veces mi esposa si espera que yo sea
un poco más manitas). Caminar tampoco se me da bien, mis tobillos tienden a
flaquear y se me doblan cada dos por tres. Pero el caso, el importante, es que
no sé respirar. No solo lo digo porque ronco de una manera exagerada sino
porque a menudo siento que tengo una fosa nasal tapada, y cada vez que paso por
donde haya ciertos olores tiendo a asfixiarme, es una especie de alergia extraña.
Respirar es importante. Es decir, se supone
que una parte de nuestro cerebro hace que esto suceda de forma automática, pero
la mayor parte de las personas son igual que yo, no saben hacerlo, creemos que sabemos,
pero cuando necesitamos hacerlo de una manera consciente nos volvemos un ocho. El
hacerlo consciente es lo que lo vuelve difícil, como al ciempiés cuando le
preguntaron cómo hacía para bailar y al pensarlo ya no pudo hacérselo. Los
abejorros, que no son aerodinámicos, no se preguntan cómo volar. Sin embargo,
hay momentos en que necesitamos volver conscientes procesos mecánicos como
caminar, respirar o comer. Incluso, en algunos momentos necesitamos
reaprenderlo. La respiración es importante al momento de meditar, por ejemplo,
o al momento de controlar la ansiedad. Puede parecer algo sencillo, pero si en
un momento de ansiedad se acelera de manera descontrolada nuestra respiración
podemos perder el control por completo. No hay una sola forma de respirar
conscientemente. De hecho, existen varias y no las vamos a encontrar en youtube
o en la próxima red social que se imponga, pero podemos encontrarla en este
libro.
Respira se divide en dos partes. La
primera de ellas es un diálogo de una madre con su hijo. El pequeño está nervioso,
de hecho, está ansioso, y ella se detiene a mostrarle formas de respirar. En la
segunda nos encontramos con una guía de lectura. No, no de esas que te intentan
explicar lo que leíste, si no un texto instructivo donde describen y presentan
un ejercicio para practicar cada una de las 14 formas de respirar que se han
propuesto a lo largo del texto narrativo.
Este libro, acompañado de unas ilustraciones que llaman a la calma, se convierte en una importante herramienta tanto para lectores como para mediadores, puesto que ahora más que nunca se hace necesario que nos detengamos por un momento y respiremos.
Me gusto la lectura, gracias por compartirla.
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