MEDITACIONES

 


Escritas por Marco Aurelio

Traducido por Miquel Dolç

Publicado por Taurus

Recomendado para grandes lectores

Filosofía – estoicismo


 Alguien me dijo alguna vez que leer las Meditaciones de Marco Aurelio era una de las formas más sencillas de adentrarme en la filosofía. Alguien me dijo alguna vez que le había costado leer las Meditaciones. Recuerdo que a este último alguien le miré con desdén mientras me aferraba al volumen que hacía poco me habían regalado. 

 Las llamadas Meditaciones de Marco Aurelio es un volumen de 172 páginas y se constituye en un pilar del pensamiento estoico. Sus ideas principales se pueden resumir con facilidad en quizá media página, pero avanzar a través de los 12 libros que le componen es un desafío. 

 Básicamente Marco Aurelio promulga la idea de actuar según la propia conciencia, que tiende hacia lo bueno y evita lo malo, siendo lo bueno, por lo general, aquello que afecta de forma positiva a todo el pueblo. A lo largo de los doce libros que lo componen Marco Aurelio explorará las diferentes posibilidades que implica tomar la decisión de actuar siempre con justicia. Por supuesto, estoy siendo en exceso simplista, pero por ahí van las cosas. 

 Leer las meditaciones es un desafío por varias razones. Una de ellas es la forma de composición de los libros, constituidos por varias ideas argumentadas, aunque no articuladas entre ellas. Otra razón es que el estilo de Marco Aurelio es árido, siendo consecuente con su misma idea de alejar todo aquello que es superfluo. Es curioso, por demás, que Marco Aurelio busque atentar contra la imaginación, puesto que en principio esta no es útil y, por lo tanto, es superflua. Es curioso que su lógica sea impecable, aunque la idea nos ofenda, pero es coherente con su sistema de pensamiento. En algunos momentos se requiere de nosotros una mayor acción y menos reflexión. 

 No puedo dejar de preguntarme si el mundo que habitamos está hecho para los estoicos, preocupados tan solo por obrar en justicia siendo coherentes consigo mismos. El resto puede ser superfluo.   

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