REGRESO A CASA



Escrito e ilustrado por Akiko Miyakoshi

Traducido por Ritsuko Kobayashi

Publicado por Océano Travesía

Recomendado para los pequeños

Libro álbum


Este es un relato de anochecer; uno de esos que surgen antes del sueño, probablemente leído por un padre a sus hijos o una abuela a sus nietos. Es un relato que nos dice que todo está bien, que todo está en orden, que cada cosa tiene su lugar en la existencia. 

Akiko Miyakoshi construye una historia bucólica narrada en primera persona por un bebé en brazos de su madre que da cuenta de todo lo que se abre ante él y, una vez en casa, de esos pequeños ritos que todos tenemos antes de yacer en brazos de Morfeo. Los preciosos trazos a lápiz (creo) de las ilustraciones confortan al lector que puede contemplar así lo que el narrador contempla, esas vidas que pasan a su lado sin tocarse, sin tocarle. Las preguntas pueden surgir entonces, preguntas por lo que hace uno u otro; pregunta sobre el presente de esos personajes, sobre su cotidianidad. 

El adulto que media la lectura podrá decir una u otra cosa acerca de esas vidas enunciadas. Los cínicos que mediamos libros infantiles y tenemos gatos y vivimos en Latinoamérica hacemos otras preguntas, inferimos otras situaciones. El lector completa la lectura, realiza interpretaciones desde su realidad. ¿Por qué llega tan tarde esa mujer con su hijo?, ¿es prudente llegar a esa hora?, ¿por qué el padre no la ha recogido?, ¿está la persona que habla por teléfono denunciando la bulla de la fiesta que acontece tres páginas después? Incluso el cínico lector se pregunta qué acontece con esa vida nocturna que no aparece en escena: el borracho, el habitante de la calle, el animal callejero, la prostituta, el adicto, entre otros. 

Regreso a casa es un libro precioso que cumple con su enunciado y el público al que está dirigido, que nos hace detenernos en sus preciosas imágenes y que nos detiene a pensar en esa última mujer que toma el último tren a esa noche cada vez más oscura. 

A veces los lectores cínicos deberían dejar en paz los libros para niños.  


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