LA CAJA DE BOTONES DE GWENDY

 



Escrito por Stephen King y Richard Chizmar
Ilustrado por Keith Minnion
Traducido por José Óscar Hernández Sendín 
Publicado por Suma Editorial 
Recomendado para Jóvenes lectores
Noveleta

Este es el primero de tres libros protagonizados por Gwendy. El segundo, La pluma mágica de Gwendy, es escrito solo por Richard Chizmar, y en el tercero, La última misión de Gwendy, King vuelve a la carga. 
Un elemento importante acerca del proceso creativo de un autor es que suele estar dividido por épocas. Una cosa es el King de Carrie, otra el de El fugitivo (de hecho era Richard Bachman), otra el de La Torre Oscura, y otra, por completo diferente, el es King de Elevación. Es de este último a quien haremos referencia porque está en un marco temporal aproximado. Este King ha temperado su fuego y se ha arriesgado aún más de lo normal. Elevación es un buen ejemplo de ello, pues ha jugado con elementos de misterio, pero también de autosuperación, dando como resultado una preciosa noveleta que de seguro ha desconcertado a más de uno. 
La leyenda dice que King comenzó La caja de botones de Gwendy y sin saber cómo terminarla se la entregó a Richard Chizmar quien habría redondeado la historia y le habría dado un fin. El resultado, en este caso, es desigual. 
La caja de botones de Gwendy narra la historia de una pequeña a quien le entregan una caja con una serie de botones (pensaba al leer el título que se trataba de esas cajas de galletas de la abuela)que potencialmente podrían causar desastres. Así mismo podría comer un delicioso dulce u obtener monedas de plata. La niña crece y de alguna manera se las agencia para olvidarse un poco de la caja e ir convirtiéndose en una persona más o menos autónoma, más o menos decente. Es una historia de crecimiento que, de la misma manera que Cazadores del arca perdida pudo tener lugar sin Indiana Jones, pudo haber tenido lugar sin la caja. En este orden de ideas, la caja, la puñetera caja de los cojones, es baladí. El libro, sufre además de uno de los problemas del King de Apocalipsis, una verborrea que llega a ser insufrible. No sé de quien es la responsabilidad, pero el caso es que se da vuelta una y otra vez a ciertos detalles que no vienen al caso o que son innecesarios. A esta altura del partido creo que la historia tiene demasiadas pistolas que no usa, rompiendo la ley de Chejov. 
En resumen, La caja de botones de Gwendy, es un relato con demasiada paja y una muy buena presentación, luciendo bien, pero aportando poco a una biblioteca

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