ESTA NOCHE ARDERÁ EL CIELO

 

Escrito por Emilio Bueso

Publicado por Editorial Salto de página

Recomendado para jóvenes lectores

Literatura fantástica

 

     Este es un road book. Si es que es posible aplicar alguna etiqueta a este libro que atraviesa tantos géneros como es posible y que, al final, solo se compromete consigo mismo. Un road book, si es que la etiqueta existe, sería algo así como un libro que transcurre en medio de la carretera. De hecho, todo ocurre en las largas horas en que una pareja busca atravesar en moto lo que Bueso denomina la vía más solitaria del mundo, la Trans-taiga. Al final tampoco sucede eso, sucede otra cosa. Una cosa que se comienza a torcer cuando la pareja encuentra a miembros de la tribu cree, que piensan que son cazadores y que después resultan ser otra cosa. La pareja de moteros intuye que tiene que ver con el tráfico de mercancía ilegal, pero este es un libro de Bueso, así que las cosas tampoco son exactamente así, y todo se vuelve caótico y extraño y maravilloso por partes iguales.

     Esta noche arderá el cielo es un libro con el alma de un rockero adolescente que se quiere devorar el mundo. El problema es que el libro se lo termina devorando a uno porque el lector se siente incapaz de soltarlo, aunque pronto será de día y haya que volver a ir a trabajar.

     Más allá del frenesí, empero, Bueso logra construir un personaje principal lamentable con el que logramos empatizar. Así dice,

Mac será un fracasado, pero el tío peleas. Es el sparring de los pesos pesados de esta temporada, está hecho un monumento a la grandeza del perdedor. (p. 159)

 

     El lector entonces apuesta por Mac, queremos que venza, que lo logre, que no la palme en el camino, que llegue al Valhhala, o a donde quiera que sea el paraíso de los perdedores, aunque al final tampoco suceda eso, si no que pase otra cosa, porque este es un libro de Bueso, y nos maravillas que nos engañe, aunque emplee de forma consciente algunos Deus ex machina, aunque nos deje con las ganas de dejar todo en una de esas chopper, “El mundo en un puño y, en el puño, el acelerador” (pp. 7- 260)