LOS LIBROS DE TERRAMAR

 


Escrito por Ursula K. Le Guin

Traducidos por Matilde Horne, Teresa Gottlieb, Franca Borsani, Juan Pascual Martínez

Ilustrado por Charles Vess

Publicado por Editorial Minotauro

Recomendado para lectores en marcha 

Recopilación de novelas - saga

 

     Dice Campbell en Diosas que las mujeres deberán crear sus propias heroínas, individualizadas y empoderadas, porque la mitología clásica no tiene ninguna respuesta para ellas. Hay diosas, sí; persiste el misterio de lo femenino, sí, aunque a menudo se represente en relación con la maternidad; pero la mitología clásica no presenta heroínas.

     No sé si Le Guin haya leído a Campbell (por lo que he leído sobre ella, probablemente lo hubiese leído y discutido), pero Terramar parece ser una respuesta a las palabras del mitólogo.

     Conocí Terramar hacía mucho tiempo por los cuentos, pero no sabía como abordarlo desde sus novelas, pues, como pasa a menudo, no sabía por cual empezar. En algún momento leí alguno de los libros, pero mi recuerdo era difuso. Por ello, cuando supe de la existencia de este volumen en particular no dudé un solo momento (mi esposa sí, ella vive al borde de un ataque de nervios por aquello de la economía doméstica amenazada por el mare magnum de libros) en que tenía que hacerme con él. Esperaba una obra fantástica, no estaba preparado para lo que venía con ella.

     La publicación original de Los libros de Terramar se hizo en 2018 en idioma inglés y posee prólogos y comentarios de Le Guin alrededor de la obra y su significado. En contraste con los libros de Tolkien, quien es el referente indiscutible en la literatura fantástica, Los libros de Terramar no conforman una única historia. De hecho, posee dos arcos narrativos dividido en seis novelas, un volumen de cuentos y algunos cuentos sueltos más cortos, que se ubican entre la primera y segunda trilogía. Así mismo, no se trata de la gran lucha contra el mal externo, el gran mal, sino contra el pequeño, el cotidiano, el íntimo, el que nos asola constantemente; lo que Jung denominaría La sombra. Hay mucho miedo aquí hacia la muerte, también, y ello tendrá consecuencias enormes.

     En el primer arco asistimos a la historia del ascenso y caída de un poderoso mago. En el segundo veremos que las acciones del primer arco arrojan una sombra que incluyen a los dragones. Es, nos informa Le Guin, una historia profundamente feminista. Lo es incluso desde la concepción del protagonista del primer arco, Geb, quien tiene la piel oscura y es bajito, aunque a veces las editoriales olviden eso y en las sucesivas ediciones insistan en poner un protagonista blanco en la carátula (Ese es uno de los valores adicionales de este volumen, Le Guin trabajó con Vess asegurándose de que él expresaba lo que ella quería. Así que no hay aquí un protagonista blanco, alto y ojiazul). En el segundo arco, empero, aunque aparece un rey, serán las mujeres y los dragones quienes tienen la última palabra. No se trata entonces de un libro aséptico -ningún buen libro lo es- sino de un manifiesto.

     En el terreno narrativo, no discutiremos la calidad narrativa de Le Guin, el volumen puede ser algo cansino. Debe recordarse que los diversos libros no fueron concebidos como uno solo, así que leerse el volumen único, implica leer muchas y variadas historias que fueron concebidas a lo largo de años y que no fueron concebidos para leerse uno tras otro como quien come crispetas. Mi recomendación es: dejad algo de tiempo entre un arco narrativo y otro al menos; recordad que podéis saltaros los cuentos (Elizabeth se ha enfangado en ellos y no ha abordado el segundo arco).

     Este libro, empero, no es para el lector joven, y con esto me refiero exclusivamente a su manipulación, pues es grande y pesado. Aunque de difícil consecución, poder ir construyendo con el lector una pequeña de Le Guin a lo largo de los años sería una tarea deliciosa y de estrechar lazos. 

     Por último, las ilustraciones de Vess, amén de la soberbia caratula, son bellas, pero se sienten pocas para la extensión del libro, y no gustan (Elizabeth las ignora) a todos necesariamente. Con todo, si te gusta la literatura fantástica, este es tu libro.

Comentarios

  1. El libro es precioso. Yo locompré en inglés poco antes de enterarme que saldría la versión en español, y por eso aún no lo he comprado en esta edición en nuestro idioma. Lo que me molestó con la edición anterior de Minotauro (que sólo recolectaba las novelas en un tomo de tapa blanca) era la inconsistencia de términos y de algunos nombres propios entre las diferentes traducciones a lo largo de los libros. Desconozco si eso se mantiene en esta nueva edición, aunque mucho me temo que así sea pues Minotauro no se caracteriza por hacerle una revisión profunda a sus traducciones. Sin embargo, y a pesar de eso, es un volumen infaltable.

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    1. Lo que puedo decirte es que las traducciones no se han actualizado. Eso sí, el elemento unificador de las ilustraciones de Vess, con la anuencia de Le Guin, es meritorio.

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