HABÍA UNA VEZ UN NIÑO ...

 



(Cómo atrapar una estrella, Perdido y encontrado, De vuelta a casa)

Escrito e ilustrado por Oliver Jeffers.

Traducido por Jorge Luján, Udo Araiza

Publicado por Fondo de Cultura Económica

Estuche de libros – libro álbum

Recomendado para los pequeños

 

     Había una vez un niño, así comienzan las tres AVENTURAS relatadas en estos tres libros. En la primera (por alguno hay que empezar), Cómo atrapar una estrella asistimos a las diversas peripecias del protagonista por tener una estrella, así como las diversas estrategias por las que opta para lograrlo. En la segunda, Perdido y encontrado, un niño encuentra un pingüino e intenta devolverlo a su lugar de origen, reflexionando posteriormente en lo que significa la soledad. En la tercera, De vuelta a casa, un niño - ¿es el mismo en las tres aventuras? - se embarca en un viaje que escapa de la esfera terrestre y lo lleva a encontrarse con un tipo de vida muy diferente y, al mismo tiempo idéntica.

     Las ilustraciones de Jeffers, no son muy sofisticadas. En cierta manera sus personajes son muy parecidos a los monigotes que dibujábamos de niños, pero su magia está en los colores, contarstes y sombras que utiliza, lo cual hace que sus escenas sean tremendamente atractivas. La paleta decolores que emplea sujetan al lector al libro, no le permiten despegarse con facilidad, pues si se fija bien hay uno que otro detalle que permiten nuevas lecturas. Un ejemplo de ello es la última escena de De vuelta a casa. Por otro lado, en este estuche se encuentra la descripción de un niño (pueden ser varios, el uno invoca aquí la multiplicidad) tremendamente poderoso, que no conoce límite alguno. En Cómo atrapar una estrella hay una escena que reza:  Creyó que podría alcanzarla [la estrella] en su nave espacial, pero recordó que no tenía gasolina pues el martes había viajado a la luna, o en De vuelta a casa, encuentra un avión en su armario, No recordaba haberlo dejado ahí pero se le ocurrió que igual saldría a volar en él inmediatamente. Este tipo de afirmaciones son realizadas con tal naturalidad, que nos dan cuenta de un niño que no tiene nada que envidiar a los héroes de la literatura, la narración gráfica o el cine.

     Para los amantes de la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) puede ser un pequeño tesoro, un manual de instrucciones que nos indique qué hacer cuando se nos mete algo en la cabeza o si nos encontramos de casualidad en nuestro armario un cohete olvidado.    

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