EMPRESAS Y TRIBULACIONES DE MAQROLL EL GAVIERO

 

Escrito por Álvaro Mutis

Publicado por Alfaguara

Recomendado para grandes lectores

Novela

 

     La travesía ha sido larga y abrupta, con unos cuantos remansos; sin embargo, en su mayoría ha sido violenta y violentada. Comenzó en diciembre de 2020, ha terminado en marzo de 2021. Comenzó casi sin pensarlo. Se ha terminado como en un sueño.

     No recuerdo historias de sagas (en su acepción actual, la de un relato extenso, casi coral) en Colombia. A lo sumo hablaríamos de la obra entrecruzada de Gabriel García Márquez. Edgard Westendorp se atrevió con Egon. Creo que estos libros de Mutis son lo más cercano que tenemos a una saga.

     Empresas y tribulaciones de Maqroll el gaviero es la compilación de los siete volúmenes en prosa dedicados principal, pero no únicamente, a este personaje. En principio se trata de volúmenes cortos, en conjunto suman 774 páginas. No es una obra extensa, en una obra intensa, un veneno reconcentrado que es aconsejable diluir.

     La obra, como se anticipa en el título, se trata de las idas y venidas de un personaje llamado Maqroll el gaviero. Se le conoce como el gaviero porque en algún momento estuvo en la gavia, esa canastilla situada en lo alto del palo mayor de una embarcación, oteando, adivinando, el horizonte. Sin embargo, lo primero que encontramos es un hombre navegando en un río. Aquí comienzan los desencuentros del lector. Desencuentros fruto de sus propios prejuicios, por supuesto. El lector ha leído gaviero y ha pensado en Moby Dick y ha pensado en Sandokan y en 20.000 leguas de viaje submarino y en piratas; El lector se ha imaginado que la obra tratará de un rudo marino que se enfrenta a las inclemencias del océano junto con una tripulación. Nada más falso aquí.

     Maqroll es uno de los personajes más solitarios que pueda existir en la literatura. Sin vínculos con el pasado o el futuro; sin un puerto al que llegar, sin una familia que extrañe, sin una patria a la cual regresar. Todo en él es oscuro y sucio y marginal. Este último adjetivo es el que mejor lo define, pues él mismo es un habitante de las márgenes del mundo. Solo puede existir en las intrincadas fronteras: en la de las naciones, en las de la civilización, en la de la moral… Aún así es amado. Infinitamente amado. En sí mismo es un personaje transparente y confiable que no dudaría en apuñalar -o desjarretarle un pistoletazo- a otro si considerara que está en juego su vida o la de aquellos que aman. Al mismo tiempo abraza con la misma indiferencia el éxito o el fracaso. Pocos amigos se le conocen. Está el narrador, por supuesto, Ilona Garbowska, Alejandro Obregón y Abdul Mashur.

     Una de las dificultades que surgieron en la lectura tenían que ver con el tamaño de sus aventuras. Eran cotidianas, mínimas, presentadas de forma desinteresada, como un marco para que le personaje se luciera y cavilara. Importaba más eso, en muchas ocasiones, que las situaciones de peligro o románticas que enfrentara. Lo gracioso es que después de tantas páginas (ese relato final que lo humaniza de forma tan terriblemente hermosa y de forma tan sencilla) el lector se sorprende al darse cuenta de lo mucho que empatiza con esta criatura hosca que vaga por la tierra sin orden ni concierto, que un día pierde y otro gana, y que termina deseándole lo mejor, o al menos varias jornadas con sus tres comidas diarias.

     Esta es una mirada panorámica, por supuesto. Como niño glotón me he embuchado uno tras otro todos los libros, y el veneno aún corre por mi cuerpo. Sin embargo, recomiendo que su lectura sea pausada y salteada, contrastada con mejores fortunas, a menos que el lector desee ser asaltado por la melancolía.

     Vuelve ahora al estante durante tantos años estuvo, seguro de que volveré a él en otros mares, en otras aventuras.