LA PRINCESA PROMETIDA

 



Escrito por William Goldman

Traducido por Celia Filipetto

Publicado por mr. ediciones

Recomendado para jóvenes lectores

Literatura fantástica – humor

 

     De seguro conoces la frase, aunque la imagen esté desvaída por el tiempo, “Me llamo Iñigo Montoya. Tu mataste a mi padre. Prepárate a morir.” La frase tiene cierto regusto a algodón de azúcar a muñecos de plástico, de esos que no tienen miembros articulados, a montaña rusa, a guerras de bombas de aguas, a disfraces y películas de aventuras.

     Recuerdo haber leído Sandokan y los piratas de la Malasia, 20000 leguas de viaje submarino, El pozo y el péndulo, todos los cuentos y fragmentos de los libros de texto de lenguaje del colegio y, por supuesto, las tiras cómicas de los domingos. Recuerdo que esas lecturas tenían una textura diferente, me emocionaban de una forma profunda. Recuerdo desternillarme leyendo a Garfield sentado en un muro en la calle sin que la gente entendiera por qué. Aunque después he encontrado lecturas que se me han quedado en el corazón (La Torre Oscura, Los miserables, La casa de hojas, El salvaje), la experiencia ha sido diferente, a medida que crecía el elemento emocional de la inmersión profunda también estaba mezclándose por la reflexión académica, por la intertextualidad.

     Al leer La princesa prometida pude saborear, sin sentirme hastiado, el sabor de las crispetas dulces. Este libro es una vuelta a la niñez, tiene la capacidad de hacerte creer en lo que lees, aunque sepas que nada pudo haber pasado así, que en algún momento se abusa de los estereotipos, pero al mismo tiempo lo perdonas porque el libro está constantemente burlándose de sí mismo.

     Por supuesto se trata de una historia de amor. Hay un hombre muy bueno, muy capaz, muy disciplinado, que lo hará todo por el amor de su vida. Por supuesto, hay un malo muy malo, que hará todo por quedarse con la bella mujer y acabar con el hombre valiente. Hay también un hombre muy fuerte y un hombre poseído por el espíritu de la venganza, que ayudarán al hombre de negro. Todos estos son elementos para devorarse el libro desde la primera a la última letra, sin saltarse un solo diálogo, una sola descripción, porque el autor nos advierte desde el principio que se trata de un libro al que se le han quitado las partes aburridas. Así que nada de descripciones innecesarias, nada de diálogos aburridos, solo acción pura y dura. Y romance, mucho romance. Y amistad, mucha amistad. Y maldad, pura maldad.

     Esta edición en particular tiene el primer capítulo de una supuesta continuación de La princesa prometida, quien lo lea encontrará que incluso Stephen King está relacionado con ello, pues tiene unos familiares un poco estrafalarios.

     Si me preguntas acerca de algo que en este momento podría hacerte feliz, no tengo la menor duda en recomendarte que leas La princesa prometida.     

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