EMBASSYTOWN Ciudad Embajada

 



Escrito por China Miéville

Traducido por Gemma Rovira Ortega

Publicado por Fantascy

Recomendado para grandes lectores

Ciencia ficción

 

     En los inicios de la ciencia ficción, por allá en el principio del siglo XX con las revistas Pulp, los extraterrestres eran indios, en el sentido en que eran otros que debían ser despojados de lo que tuvieran y ser inferiores. Así mismo, comenzaron a evolucionar hasta convertirse en otros que odiaban y debían ser destruidos puesto que solo quería dominar o acabar con el ser humano. Aunque solo debieron pasar unas cuantas décadas para que la idea de que los extraterrestres podía ser otra cosa, la idea siguió siendo transmitida a través de cómics y series. De hecho, la muerte de los extraterrestres no se consideraba del todo una muerte, eran el enemigo, el otro que debía, en muchos casos, ser destruido para poder asegurar nuestra supervivencia. En este tipo de condiciones, cuando la empatía no existe, la idea de comunicarse es más que inútil. El universo debía ser, entonces, para el ser humano o no ser.

     Tal vez sería el surgimiento de la denominada New Thing, que permitió el despliegue de las ciencias blandas dentro de la ciencia ficción, que posibilitó la concepción de otra forma de extraterrestre, un extraterrestre con el que era necesario comunicarse y ver qué salía de todo eso.

     Embassytown es una novela en un ambiente biopunk que narra la desesperada necesidad de comunicarnos con el otro. Para ello nos ubica en un planeta de frontera, al borde del universo conocido, donde habitan los Ariekei, una extraña raza extraterrestre cuyos individuos emiten al mismo tiempo dos voces y que solo son capaces de comprender a quien tenga esta misma forma de comunicación. Sin embargo, no vale que dos personas emitan las voces/ideas al mismo tiempo, tampoco que lo haga un computador, requieren que quien lo haga posea un doble juego de cuerdas vocales, además de tener una sola mente detrás de ello. Por si solo esta idea es complicada, hay que añadir que se trata de una raza sumamente literal, que no pueden/saben mentir y que intercambian su biotecnología por los avances humanos, aunque estos últimos no saben siquiera si lo que les brindan a cambio tengan alguna utilidad para ellos.

     El corazón detrás de todo este relato no es la matemática o la física, aunque estén presentes, si no la empatía y la lingüística, lo que da como resultado un extraño relato que reflexiona acerca de lo que el lenguaje implica para nosotros, al tiempo que plantea lo que podría suceder si nuestras formas de comunicación cambian. ¿Qué es el lenguaje?, ¿cómo nos moldea?, son algunas de las preguntas que plantea Miéville y las respuestas son sorprendentes.

     Embassytown, a la manera de La historia de tu vida de Ted Chiang, (La llegada, en cine), se centra en el significado del lenguaje y la forma en la que nos relacionamos con el universo a través de él, expandiéndonos y limitándonos, lo que no resulta precisamente una idea pueril con la que jugar.   

Comentarios