EL CIELO DE PIEDRA

 


Escrito por N. K. Jemisin

Traducido por David Tejera Expósito

Publicado por NOVA

Recomendado para grandes lectores

Fantasía – ciencia ficción

 

     En Diosas, Campbell se atreve a mencionar la necesidad que tienen las mujeres de construir sus propios relatos protagonizados por mujeres empoderadas e individuales, por la sencilla razón que la mitología clásica no ofrecía ningún modelo sobre esta figura. Había vírgenes, sí, y diosas, por supuesto; pero no se encontraba, o al menos no se había recuperado, una figura como Aquiles o Ulises o Thor. De alguna manera, Jemisin responde a Campbell con esta trilogía.

     El cielo de piedra, que cierra la Trilogía de la tierra fragmentada, es una magnífica exposición de mujeres poderosas. No solo hacemos referencia a Nassum y Essum, sino también a todas las habitantes de Castrima. Hay líderes en ella, exiliadas, homosexuales y madres. Las figuras masculinas escasean, estando presentes en los comerrocas, los guardianes y, así tenía que ser, por supuesto, en el Padre Tierra.

     Más allá de los elementos de género, empero, Jemisin logra culminar con éxito un relato rico en matices y temáticas que deja satisfecho al lector. Hay lágrimas, por supuesto, pero también hay comprensión. No podía terminar de otra forma, aunque, curiosamente, habríamos aceptado esa otra forma de terminar. Así mismo, asistimos al comienzo de todo, a la forma en que surgen als diferentes razas en ese mundo apocalíptico que, hemos reconocido a regañadientes, como uno de nuestros futuros posibles. Reconocemos también, el espejo de Syl Anagist, nuestra época ambiciosa que busca explotar hasta el más mínimo grano de arena en pos de la comodidad de unos sobre otros. No importa lo que se sacrifique, tanto en el mundo imaginario como en el nuestro, el estilo de vida debe mantenerse, el statu quo ha de sostenerse a cualquier costo, incluso al de nuestras propias almas. Además, como si fuera poco, Jemisin nos deja sentir en algunos momentos el agobiante y vertiginoso peso de las eras a través de quien conocemos como Acero.     

     En resumen, se trata de una obra magnífica, acorde con la ciencia ficción de una época que está consciente de la cercanía de los últimos pasos de la humanidad si esta se empeña en seguir trillando la misma senda que ha recorrido en los últimos años. Quizá por eso sea tan angustiante y, al mismo tiempo, tan vital.  

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