Escrito por Marcelo Birmajer
Publicado por Grupo Editorial Norma
Recomendado para jóvenes lectores
Ciencia ficción – literatura argentina
Marcelo
Birmajer hace una apuesta arriesgada al inicio, pues se ubica a él y al lector
dentro de un conjunto de personas, comunes, ordinarias, que lee diarios y
revistas, en contraposición a obras más complejas, imaginadas y/o elevadas,
como Crónicas marcianas. Afirmo que es arriesgada porque como lector me
desencantó casi de inmediato, porque sentí que el autor dudaba de sí mismo, de
sus capacidades, y del posible alcance del relato.
En El
abogado del marciano Birmajer propone una historia sencilla, un marciano, Pels,
llega a la Tierra y da muerte a un hombre. Por supuesto, bajo la ley terrestre
Pels comete un asesinato y se le asigna un abogado, el narrador protagonista.
Del abogado sabemos que es recién graduado, que pertenece a una línea de
abogados antíquisima, caracterizada por, 1) en los juicios de divorcio ponerse
siempre de parte de las mujeres, y 2) en los juicios de empleados contra
empresas, ponerse siempre de parte de las empresas. Así, dice el abuelo
Pestarini, el líder del clan, se logra una suerte de equilibrio social. Como
forma de escapar de ese temible futuro, el protagonista ve una salida
defendiendo al marciano.
Esta no es una
historia norteamericana, es una historia argentina. A lo largo del relato
entendemos porque Birmajer comienza realizando una afirmación tan osada. Lo primero
que encontramos es un gran empleo de recursos humorísticos. Hay personajes
estrafalarios, argumentos ligeros, y una que otra contradicción (que luego se
resuelve). Pestarini, el narrador, no es un personaje infalible, tiene una vida
ordinaria y su destino se adivina incierto. Es un protagonista en crecimiento.
Pels, el marciano, tampoco es el representante de un mundo que busca dominar la
galaxia entera – de paso nos enteramos de que casi todos los planetas tienen
vida-, ni se trata de una eminencia llena de sabiduría. Por el contrario, Pels
está buscando algo que solo tiene el ser humano, algo que no comprende (para
ser sincero, tampoco nosotros), pero que necesita casi con desesperación, pues
al fin de cuentas, Pels resulta ser muy humano también.
El abogado
del marciano, es un libro que comienza con humor, casi con desgano, pero
que se permite sus devaneos con la poesía y con ciertos elementos filosóficos,
sin afanas ni artificios, lo que permite al lector dejarse llevar animado por
los disparates para sorprenderse después que somos mucho más de lo que pensamos
y mucho menos de lo que nos imaginamos.
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