Escrito por Farid Ud-Din Attar
Versión de Raficq Abdulla
Curaduría de ilustraciones a cargo de Dra. Elaine Wright
Traducción al español de Nora Steinbrun
Publicado por Gaia Ediciones
Recomendado para grandes lectores
Poesía sufí – literatura oriental
Conocí la historia del Simurg a
través del Manual de zoología fantástica de Jorge Luis Borges y
Margarita Guerrero, donde le dedican dos páginas a través de las cuales se
realiza un recorrido por sus diferentes versiones, terminando con aquella que
lo asemeja al ave Fénix. Posteriormente
leería la bellísima versión de Peter Sís, El coloquio de los pájaros,
para llegar a esta -por error, porque estaba buscando la versión de Santiago
Gamboa, que no he podido leer y que está editada de forma bellísima-.
Si bien me había seducido la
edición, el libro reposó entre otros casi tres meses hasta que al final cayó en
mis manos. El prólogo, a cargo de Raficq Abdulla, comienza con las siguientes
palabras,
La poesía es una forma de intimidad entre el poeta y el
lector, además de un recurso para descubrir los niveles de consuelo y
comprensión que se ocultan dentro de cada uno de ellos. La poesía comunica a
través del sonido, el ritmo, las imágenes y los juegos lingüísticos, y genera un
significado para el lector sensible y atento. La poesía mística pretende
avanzar un paso más, y para ello permite que el poeta y quien lee su obra
vislumbren cómo el ser puede disolver en una totalidad mayor, oceánica: la
presencia de Dios. (p.7)
Para cualquier lector, incrédulo o creyente, es difícil
resistirse a esas palabras. Lo que sigue es una contextualización de la obra de
Attar y lo que implica la versión de Raficq Abdulla; se explica la conversación
que tienen los pájaros que buscan conocer al Simurg, el rey de todos los
pájaros, del que infieren su existencia porque una de sus plumas ha sido
encontrada en China. Así que hay un diálogo intercalado con parábolas, en donde
los pájaros presentan mil excusas y son aleccionados por el Coronado, quien ha
sido elegido para ser guía de todas las aves. Así, presentan sus razones el
búho y el gorrión y el pato y el pavo real -Borges y Guerrero intercalan un
loro, pero sospecho que es una de sus bromas internas, porque ni Attar ni
Abdulla nombran a loro alguno; acaso Gamboa lo haga-; expresan sus dudas, sus
resquemores, el Coronado les motiva, les espolea, se divierte a costa de
algunas de ellas, y al final emprenden el viaje, sortean siete valles y al
final llegan donde el Simurg…
La parábola es antigua, y toda creencia ha hablado sobre
ella. Así,
La conferencia de los pájaros no es un poema que pueda leerse
de forma fragmentada puesto que su poder psicológico sólo resulta efectivo si
lo consideramos una alegoría de nuestro viaje individual. En consecuencia,
contamos con la oportunidad de unirnos a las treinta aves que finalmente
cumplieron con su objetivo. (p. 11)
No puede dejarse de lado la excelsa curaduría de las
imágenes a cargo de la Dra. Elaine Wright, quien realiza una selección preciosa
para iluminar esta edición.
Con todo, el purista puede quejarse, puede ver una mancha
que afea este tapiz. En este caso esta es la traducción de una traducción; pues
la obra de Abdulla se realiza en idioma inglés y esta es una traducción al
español de la traducción inglesa, no de la versión original de Attar. Sin
embargo, si nos atenemos a que la deidad puede recubrirse de muchas máscaras,
bien podrá sobrevivir a una traducción de más o de menos; siempre y cuando
podamos acercarnos en nuestro vuelo al Simurg.
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