ENTREBRUMAS







Escrita por Hope Mirrlees
Traducida por Emilio Mayorga
Publicada por Roca Editorial
Recomendada para jóvenes lectores
Literatura fantástica


     Conocí la existencia de esta obra, al igual que la del Maginobion, por Neil Gaiman en su libro La vista desde las últimas filas, y desde entonces (junio de 2018, aproximadamente) su título se me quedó clavado como una pequeña astilla en la yema del dedo. Estuvo buscándola por bibliotecas y sitios de descarga de libros varios sin mayor suerte. Hasta que, al fin, después de degollar una cabra negra, tirar los huesos de una gallina y pender de un fresno cabeza abajo durante nueve días y nueve noches, pude comprarla en Mirabilia.

     Entrebrumas es el nombre de una ciudad en el país de Dorimare. Se encuentra en la intersección de dos ríos y no tiene mayores características de relevancia. Excepto, que alguna vez Dorimare convivió con las hadas hasta que las expulsaron fuera de sus fronteras y decidieron olvidarlas para siempre. Incluso su nombre fue proscrito, excepto para su insulto más terrible: ¡Hijo de hada! Sin embargo, quienes han trasegado con Fantasía, como Tolkien bien le nombró, saben que lidiar con las hadas no es fácil, pues es de sobra conocido que son arteras y siniestras y burlonas y peligrosas. 

     Entrebrumas ha recurrido a un impresionante aparataje legal para mantener alejado el nombre de las hadas de su vida diaria y para poder convivir. Sin embargo, hay un delito que no les deja vivir del todo en paz, el tráfico de seda. Bueno, al menos así es como ellos nombran el tráfico de las frutas de las hadas, que provoca en sus consumidores delirios, visiones y locura. 

     No hay que olvidar que nada es lo que parece cuando se lidia con las hadas. 

     Esta es una historia de detectives en un entorno fantástico. Es la búsqueda del alcalde de Entrebrumas para resolver el problema del contrabando, al principio; para limpiar su buen nombre, en la mitad; y para salvar a su hijo, en las últimas páginas. Ha de tenerse en cuenta, empero, que las hadas, el pueblo silencioso, no están solo como un entorno y cada página señala uno u otro derrotero.

      Para Elizabeth, la historia, resultó enigmática y cautivadora, para mí resultó magnética e intrigante. Para ambos, fue muy difícil soltarla hasta saber su desenlace. Además, hay que tener en cuenta que la obra resulta muy actual, a pesar de haber sido escrita en 1926.
     Por último, no se puede dejar de señalar que hay una enorme cantidad de elementos simbólicos que salpimentan la obra aquí y allá, que hace que se sospeche de uno u otro personaje, o de uno u otro pelirrojo (sospechad de los pelirrojos, sospechad de esos hijos de hada), en especial de las leyes y la palabra escrita. Si el ambiente fantástico atrae, la aventura y el misterio sostienen la inquietud, el morbo y la intriga.

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