DESPERTARES ATROCES



Escrito por Álvaro Vanegas
Publicado por Calixta Editores
Recomendado para jóvenes lectores
Colección de relatos – terror – literatura colombiana

     No son muchos los cultores de terror en Colombia. Para ser justos, no son muchos los escritores de fantasía, ciencia ficción o terror en Colombia. Por lo general son géneros que se mueven en los suburbios; sabes que existen, porque en ocasiones los percibes por el rabillo del ojo, pero aún así no son los más frecuentes. Quizá es porque vivimos en un país surrealista, una región de pesadilla. Quizás es ese, eso y nada más. 

     Despertares atroces es el nombre de dos antologías de relatos de Álvaro Vanegas. Ambos fueron publicados en 2019 por Calixta Editores, pero si nos atenemos a las páginas legales, el primero fue concebido en el 2008, 11 años antes que el segundo. La evolución, la forma de abordar los relatos es evidente. No se trata de cambios drásticos -en ambos se agradecería un mayor empleo de pronombres y uno menor de adjetivos-, sino de un mayor atrevimiento. Despertares atroces I es más ingenuo de alguna manera, es más deudor del cine americano y de Stephen King. Por otro lado, Despertares atroces II logra una mejor construcción de personajes, mayor verosimilitud en los diálogos y un mayor nivel de transgresión y, al mismo tiempo, de verosimilitud.  De la primera antología destaco Tiene que hacerse, Equilibrio y Se mueven. En la segunda antología, disfruté de Pollo envenenado, Carne de mi carne, Pedro Pablo y Ojos grises.   

   Mencioné que devoré ambos volúmenes. Fue sencillo. Vanegas presenta relatos cortos de fácil digestión, que no empalagan y que apuntan principalmente a lograr dos cosas en el lector: entretener y perturbar. Esto último lo busca a través de las imágenes que evoca -demasiado cinematográficas en algunos momentos- así como de las asociaciones que establece, así como de los temas que toca (las creencias y los afectos, por ejemplo). Lo primero, a través de los saltos temáticos que establece en las antologías. 

     Por último, no puedo dejard e mencionar la influencia de King, al menos en la forma en que se dirige y dialoga con sus lectores, elementos más propio de las recopilaciones de relatos anglosajones que de las latinoamericanas, pero para quienes crecimos con Asimov, Knight, Bradbury y King, entre otros, es algo habitual y que agradecemos. 

     En suma, Despertares atroces presenta en su conjunto una antología entretenida y dinámica, con algunos elementos hilarantes. Parafraseando a King, diría que se trata de ver como se abalanza sobre ti una carroza fúnebre pintada de un rojo violento. Es algo que definitivamente no te esperas del todo y te fascina al mismo tiempo.  

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