ASIMOV Ciencia ficción. Octubre de 2003



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Publicado por Ediciones Robel
Recomendado para jóvenes lectores
Ciencia ficción


     Es difícil leer en esta época. La mente tiende a divagar y el cuerpo a moverse de manera constante. Sin embargo, buscamos conservar rutinas a toda costa. No importa que el mundo se caiga a nuestro alrededor. Los lectores de ciencia ficción la tenemos más fácil. Desde que comenzamos a visitar el género hemos visitado el fin del mundo una y otra vez.

     En Colombia, las revistas de cuentos son extrañas. Hace mucho tiempo existió una llamada Número y, probablemente, existen revistas literarias en las universidades. Ninguna de ellas llega al gran público. En cambio, impera la revista Semana y las revistas de farándula. Sobre todo las de farándula. Viéndolo bien se trata de lo mismo. Nuestros políticos juegan ser amados por el público, a parecer y no a ser. Nuestro país no soporta mirarse al espejo.
    
     Quienes leemos ciencia ficción, sabemos que hubo una época mítica, principalmente en Estados Unidos y algunos países europeos, donde el género creció y se popularizó por las revistas. Así que cuando podemos acceder a una revista de ciencia ficción se nos hace un poquito agua la boca. Sobre todo si la revista lleva dentro del título el apellido Asimov.

     Esta en particular inaugura el cuarto intento de la revista de ciencia ficción Asimov de instaurarse en terreno español. Ignoro si lo logro. Sospecho que no. No quiere decir que Domingo Santos no lo intentara -ya lo había intentado antes-, pero asumo que las intenciones no son suficientes.

     La revista está constituida por una serie de cuentos y por cuatro columnas, tres de ellas firmadas por autores españoles, incluyendo al mítico Miquel Barceló, y una traducción de un artículo incompleto de Robert Silvelberg acerca de la New Wave. Hay seis cuentos y una noveleta de Larry Niven; una de las historias más soporíferas a las que me he enfrentado alguna vez. Un relato ridículo y sin alma titulado Vuela de noche. 

     Dentro de los cuentos se destaca el de Jack Willianson, Nitrógeno Plus, y el de Ángel Torres Quesada, baluarte publicitado por editorial encargada de la revista, con un cuento llamado El visitante. Destaca, con todo, los cuentos de Leslie What y de Liz Williams, quienes logran sacar una sonrisa al lector. 

     Sin embargo, no hay emoción aquí, hay tibios afectos. Sabemos que nos hablan del espacio y de la tecnología, pero no nos asombramos ni sentimos el vértigo de lo eterno. No nos sentimos alienados ni nos despegamos del suelo un instante. Incluso en algún momento bostezamos. Para ser un lanzamiento, una reinauguración, un intento de volver o comenzar algo nuevo, faltaron los fuegos artificiales, el riesgo, el salto al vacío.     

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