Escrito por James S.A. Corey
Traducido por David Tejera Expósito
Publicado por Nova
Recomendado para jóvenes lectores
Ciencia ficción – novela
Literatura norteamericana
James S.A. Corey es el pseudónimo tras el
cual están los escritores Daniel Abraham y Ty Frank. Ambos unieron sus plumas
para poner en marcha el enorme mundo de The
expanse (La expansión, si mal no
traduzco), cuyo nombre cobra sentido al final de esta novela, pues no es un
suceso pasado, es un suceso que ha comenzado a acontecer.
En lo personal, llegué a los libros por la
serie y por el amor a un personaje encantador, Miller. Hasta el momento la
serie parece tener 8 libros, estando traducidos al español 4 de ellos. La serie
homónima ha adaptado al momento los tres primeros libros, y nada se sabe de una
cuarta temporada. Sin embargo, están los libros, pues antes de la serie
estuvieron los libros y si sigue sin haber serie, seguirán estando los libros.
En el principio fue la palabra, al final, será la palabra, si se me permite
parafrasear a Simmons en Hyperion.
La
puerta de Abadón se centra en una enorme estructura en forma de anillo que
se sitúa en la órbita de Urano y que es obra de la protomolécula, que hasta el
libro anterior estaba haciendo lo suyo en Venus. Por supuesto, la tripulación
de la Rocinante pronto se ve
inmiscuida a su pesar en esta situación y se adentrará en el anillo atraído por
un fantasmagórico Miller, quien ahora es un emisario de la prtomomolécula, pus
el anillo es una estructura, un mensaje y un arma, y algo que hasta el momento
no es claro para los seres humanos, marcianos y cinturianos, llevándolos en un
momento a tener que trabajar juntos, a pesar de ellos mismos y los intereses
personales de unos cuántos, para poder escapar y descifrar el enigma de esta
nueva construcción.
La
puerta de Abadón es una novela entretenida, que mantiene al lector pegado a
sus páginas, que se permite construcciones poéticas y un misterio que
descifrar. Los personajes se encuentran muy bien logrados (aunque en lo
personal no me terminó de convencer la evolución de Clarissa Mao), en especial
esa relación entre Holden y Miller. Por otro lado, es una novela donde la saga
perfectamente podría terminar. De hecho, a la luz de lo leído en la cuarta
parte, es un punto de inflexión importante, el cierre de un arco narrativo, que
permite a La quema de Cíbola
centrarse en otros elementos más allá de lo que sucede con la protomolécula,
aunque esta siga teniendo gran relevancia.
Un elemento que no me terminó de gustar, en
este caso, fue la traducción, muy mejicana, al punto que en algún momento
aparece un güey. Sin embargo, en su
mayoría es más potable que las antiguas traducciones hispanas donde todo era
hostias y tío; coño y joder.
Para los amantes de la ciencia ficción, se
trata de una Space Opera imperdible
en un mundo cautivante. Vale la pena cada palabra.
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