EL VISITANTE


Escrito por Stephen King 
Traducido por Carlos Milla Soler 
Publicado por Random House Mondadori 
Recomendado para jóvenes lectores 
Novela – literatura norteamericana - terror

Hay libros de los que dudo. Hay libros que no me ánimo en un primer momento a comprar. Incluso aunque ese libro sea de uno de mis autores favoritos de todos los tiempos. Cuando esto sucede suelo descargar una copia pirata del libro. Esto sucedió con El visitante, libro con el que al parecer mi intuición no falló.  

No creo que haber leído un libro pirata redunde en prejuicio de Stephen King ni de la -casi- todopoderosa Random House Mondadori. No creo que por ello la venta de libros de Stephen King disminuya ni aquí ni en la Conchinchina. He contribuido a las arcas del autor y de la editorial durante años, y está en mi mira comprar otros títulos de él. Aún así, en este caso, he leído un libro pirata de Stephen King. Hay momento en que la piratería es casi una posición política. Veamos.  

Durante el último año, casi un 80% de los libros que he leído han provenido de bibliotecas, tanto porque no puedo leer todo lo que quiero, como porque no siempre quiero tener todo lo que leo. Hay libros que se leen una vez y se quedan en un estante o que rápidamente se olvidan. Otro 18% son libros comprados y cerca del 2%, aproximadamente, son libros digitalizados de forma ilegal. ¿Por qué un lector, un amante de los libros hace esto?   

Las razones son varias. 1. El precio de los libros. Muchos de los libros que quiero tienen precios altos. En algunos casos son altos porque se trata de ediciones muy cuidadas, en otros casos parece no existir una edición de bolsillo. 2. Las ediciones escasean. Adoro la obra de Joseph Campbell. El pensamiento de Campbell ha influido en mí muchísimo más de lo que había esperado, y a través de los años esta influencia parece aumentar. Recientemente Atalanta relanzó Las máscaras de dios, una copiosísima obra en cuatro volúmenes que cuestan/ costaban casi un ojo de la cara. Compré el primero de ellos, y ahora que quería comprar el segundo, éste parece no existir. No existe en Colombia, y parece estar agotado en la parte del mundo a la que tengo acceso. La única forma de acceder a estos volúmenes, a esta edición en particular, podría ser que alguien los hubiese digitalizado. No sé si algún día pueda acceder a la obra completa. Me gustaría, pero no tengo ya la esperanza de hacerlo. 3. No todos los libros están en las bibliotecas públicas. Accedo a tres bibliotecas: La Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero; la Biblioteca del deporte y la recreación, y la Red de Bibliotecas del Banco de la República. Quiero leer El segador de Terry Pratchett, ninguna de estas bibliotecas tiene el libro. No las culpo, ninguna editorial ha traído el libro a Colombia. 4. No todos los libros son accesibles desde mi país. Emilio Bueso ha escrito dos hermosos libros: Transcrepuscular y Antisolar. Ninguna de las librerías de mi país tiene un solo ejemplar del libro. Al momento he podido leer y reseñar el primer libro, pero no he podido hacerme con el segundo. Con Bueso me da una vergüenza infinita, su libro es magnífico y me encantaría incluirlo en mi biblioteca, pero no he podido hacerlo. Me disculpo con él, seguiré intentándolo. 5. Al no poder comprar todo lo que quiero, busco tener la seguridad de comprar una obra que me llene. En este caso, muchas veces leo las versiones digitalizadas que encuentro en la red y después, cuando puedo o las encuentro, las adquiero. En un pequeño porcentaje, sólo las leo y las olvido.  

El visitante de Stephen King ha estado en este último lote de libros. No nos equivoquemos, King construye un relato magnético que mantiene al lector en vilo página a página. Incluso recurre a un personaje heredado de la trilogía de Mr. Mercedes, del cual nos enamoramos más. Sin embargo, a medida que se avanza en el relato, quienes lo hemos leído tenemos la impresión de que se repite. De nuevo, el mal es un depredador ignoto e indescriptible al que un grupo de mortales ha de hacerle frente. No nos enamoramos de muchos de los personajes del relato, así que no nos importa cuando caen, puesto que sabemos de antemano que están para ello, para hacer lucir a los personajes principales. En este sentido, el lector que apenas inicia con King lo disfrutará muchísimo; se reirá, se asombrará, incluso llegará a asustarse. Empero, quien ha trasegado con él los caminos de Derry y de La Torre Oscura y de Castle Rock sabrán que piedras pisar y cuáles esquivar.  

En conjunto, El visitante es una obra entretenida, tan necesaria tantas veces, pero que no hacen trepidar el corazón, que no dejan una verdadera huella en la arcilla de la que hemos sido creados.  

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