EL LIBRO DE LOS CINCO ANILLOS



Escrito por Miyamoto Musashi
Versión de Thomas Cleary
Traducido por Alfonso Colodrón
Publicado por Editorial EDAF
Recomendado para jóvenes lectores
Artes marciales

     Cuando era niño recuerdo que había un cierto auge de las artes marciales. Abundaban las películas de karate y kung-fu, así que los tipos verdaderamente duros practicaban artes marciales. Así nació el dios Chuck Norris, pero también estuvo van Damme y Jackie Chan. La trilogía de películas de Karate Kid también aportó su granito de arena. Saber artes marciales se convirtió en una necesidad. Sin embargo, recuerdo también que los adultos que en ese momento hablaban de artes marciales lo hacían refiriéndose a ellas como una disciplina, donde lo importante no era el combate per se, si no la templanza. Incluso, se hacía una indicación muy responsable: nunca responder frente a una amenaza real con las artes marciales; ese no era el objetivo. Miyamoto Musashi desmiente esa idea.

     Miyamoto Musashi escribe El libro de los cinco anillos en 1643. Es el momento histórico japonés en que los samuráis son relevantes y el bushido es el camino del guerrero. Es la llamada era Tokugawa o Edo, la Era de los Estados Guerreros. Así, la casta de los guerreros era una casta superior. Miyamoto Musashi escribe, no para templar el espíritu ni para enseñar disciplina –eso estaba presupuesto- sino que enseñaba a matar. Enseña a emplear las dos espadas –el gran sable y el sable, o el sable y el arma que se lleva al costado- y su escuela se llama Escuela de los dos Sables en Una. En resumen, curiosamente, estamos frente a un manuscrito que enseña los principios de combate con dos armas; manuscrito que, aunque estando lleno de elementos de táctica y estrategia militar, es también una suerte de elemento publicitario. Miyamoto Musashi enseña en ese entonces una forma de arte marcial en medio de otras escuelas de artes marciales. De hecho, en muchos momentos señala las ventajas de la vía que él maneja frente a otras escuelas.

     El libro de los cinco anillos se denomina así porque está compuesto de cinco manuscritos que llevan el nombre de los cuatro elementos, a los que añade la importancia del Vacío. En el Manuscrito de la Tierra se dedica a describir lo que él denomina la ciencia de las artes marciales(p. 40). El Manuscrito del Agua lo dedica a su escuela. El Manuscrito del Fuego lo dedica a la batalla en sí misma. El Manuscrito del Viento, en contraposición al del Agua, es dedicado a las otras escuelas de artes marciales. “En el Manuscrito del Vacío he escrito sobre las entrada natural en la verdadera vía” (p. 44). En este orden de ideas, El libro de los cinco anillos  es una obra para sus contemporáneos, donde busca dejar clara la vía del guerrero, su disciplina, su intención –“El sable largo debe empuñarse con el pensamiento de que es algo para matar al adversario” (p. 62) “(…) asiendo siempre el sable como si fuerais a matar a un hombre” (p. 63)- las diversas posiciones a adoptar, e incluso sobre el ritmo y a donde debe mirar el guerrero.

     Como curiosidad debe señalarse que Miyamoto Musashi se deja muchas cosas en el aire. Hay aspectos que son enunciados y que no se describen en detalle, dejando en el aire diversos aspectos con frases como: “esto es algo que debe ser bien entendido” (p. 63) o “Esto debe considerarse atentamente” (p. 69), incluso “Reflexionad sobre esto” (p. 43). Por otro lado, hay detalles que se señalan no se revelan en el libro, sólo se pueden transmitir de forma oral. Así en el aparte sobre la Ventaja en el duelo, Miyamoto Musashi dice “Esto no puede ser escrito en detalle; uno debe darse cuenta de cómo ganar por medio de la práctica. Esta es la utilización del sable largo que revela la verdadera ciencia de las artes marciales; es transmitida verbalmente.” (p. 84)

     Con todo, un elemento que afea esta edición es que no se trata de una traducción directa del japonés, sino que es una traducción de la versión inglesa. Dicho de otra forma, es la traducción de una traducción. Empero, sino eres un purista, si solo quieres conocer algo del espíritu del guerrero japonés, del bushido, es una buena manera de acercarse a este estilo de vida, esta manera de ver el mundo, en donde el estar preparado para la guerra no era sólo un oficio sino una forma entera de ver el universo.    

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