SNOOPY Y CARLITOS (1950 a 1952)



Escrita e ilustrada por Charles M. Schulz
Traducida por José Miguel Pallarés y León Arsenal
Editada por Planeta de Agostini
Recomendada para los pequeños
Tiras cómicas – narración gráfica
    
     Uno de los pequeños placeres de la vida en esta época de mi vida consiste en tener un tomo de tiras cómicas o una novela gráfica cerca en las mañanas de los sábados. El ritual es sencillo, busco encontrar algo de dibujos animados para ver y tiras cómicas para leer. De preferencia algo sencillo –excepto cuando se atraviesa Gaiman-  y de humor; algo que, de alguna manera me recuerda mi niñez.

     Hubo una época en que los periódicos llegaron a tener dos páginas de tiras cómicas diarias –recuerdo títulos como Olafo el amargado, Mafalda, Calvin & Hobbes, El mago Fedor; pero también Modesty Blaise, Mandrake y El hombre araña (qué estresante era leerlo en formato de cuatro viñetas por vez), entre otros. Por otro lado, los domingos eran una fiesta porque existía una separata repleta de tiras a pleno color. Sin embargo, con los cambios que fueron asumiendo los periódicos, y el mundo de la palabra impresa en general, las tras cómicas fueron perdiendo protagonismo y reduciendo su espacio hasta ser prácticamente insignificantes (mi madre me regañaba porque al tomar el periódico el primer lugar al que iba era a las tiras cómicas Aún hoy lo sigo haciendo). Ignoro el día de hoy cuál es la tira cómica –no la historieta o la novela gráfica, la tira- más relevante del momento. La última para mí, fue Calvin & Hobbes.  

     Entre mis recuerdos, Snoopy y Carlitos se halla en un limbo (creo incluso recordarla primero en animaciones que en las tiras como tal. De alguna manera era un referente constante en el mundo de la narración gráfica, pero no me parecía especialmente atractiva. Se da el caso que me gusta revisar referentes.

     No hay que equivocarse, Snoopy y Carlitos (1950 a 1952) es un referente académico. Por supuesto que puede leerse solo por el placer de leerlo (como yo lo he hecho), pero este volumen de Planeta De Agostini es un referente en cuanto a la importancia de la obra de Schulz en su momento y época. Como suplemento a las tiras presenta una introducción a cargo de Garrison Keillor (que, a decir verdad, no aporta mucho); un ensayo sobre Schulz y la importancia de su obra, a cargo de David Michaelis; una entrevista de 1987,  a cargo de Rick Marschall y Gary Groth (donde Schulz se refiere a la importancia de los periódicos para la difusión del trabajo gráfico, así como la relación con los sindicatos y el merchadising –esta relación ería polémica ara autores como Bill Watterson-; y, finalmente, unas palabras de Antoni Guiral acerca de Snoopy y Carlitos, sus características y su internacionalización. Estos textos son relevantes para todos aquellos interesados en la historia de la narración gráfica.

     Snoopy y Carlitos (1950 a 1952), llamada originalmente Peanuts, es una recopilación completa de las tiras diarias y dominicales de sus dos primeros años de existencia. En ella encontramos personajes que comienzan a dibujarse, que comienzan a perfilarse como posteriormente los conoceríamos. De hecho, Snoopy, aquel perro curioso e imaginativo, bien conocido por sus referencias a la literatura o al Barón Rojo, es apenas una nota al margen, una mascota de la que ni siquiera se identifica su dueño. En las primeras tiras, el círculo de personajes es bastante reducido, están Carlitos, Shermy, Patty y Snoopy. Luego se añadirán Lucy, Schroeder y Violeta. El primer gag donde Carlitos va a patear el balón y alguien se lo quita tiene lugar en noviembre de 1951, y quien quita el balón no es Lucy sino Violeta (una niña a la que le encanta hacer pasteles de baro en todas sus variedades). La primera página dominical tuvo lugar en enero de 1952. La primera vez que aparece Carlitos con una cometa es en marzo de 1952.

     Una de las cosas curiosas que me sucedió al recorrer las páginas de este volumen fue la constante sensación de cosa ya vista que me embargó durante páginas enteras. Por primera vez pude reconocer la deuda que tiras como Calvin & Hobbes, Mafalda y Garfield han tenido con la obra de Schulz. Así, están los juegos de los vaqueros, las referencias de las mascotas y las fuentes, los juegos con los hombres de nieve y las relaciones entre niños y niñas. Sobre este último punto he de recordar que fue publicada en 1950 por primera vez, así que algunos chistes pueden parecer terriblemente machistas (la bendita mirada de género nos permea aunque no queramos). Sin embargo, uno de los elementos más relevantes, aunque lectores de Calvin & Hobbes y Mafalda en primer lugar, es que Schulz presentó por vez primera niños pensativos y contemplativos en lugar de niños simplemente malvados o con mal comportamiento (aquí es donde los ensayos y entrevistas nos ayudan a ubicar la importancia de la obra desde su época).

     Más allá de referencias académicas y/o históricas, hay una gran cantidad de humor, reflexión y ternura en esta recopilación de los más de dos primeros años (se publica por primera vez en Octubre de 1950) de sus primeras publicaciones. Curiosamente, debo añadir, los chistes se mantienen frescos, al no tener referencias históricas y políticas, es de un carácter casi atemporal, y no me sorprendería encontrarme a la vuelta de la esquina (un día que se vaya la luz y no haya videojuegos e internet) un grupo de niños como estos.  

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