TODAS LAS COSMICÓMICAS



Escrito por Italo Calvino
Traducido por Ángel Sánchez-Gijón
Publicado por Ediciones Siruela
Recomendado para grandes lectores
Colección de cuentos – antología – ciencia ficción – fantasía


     Llegué a este libro por un profesor de inglés con quien conversé en diciembre. Me habló de las cosmicómicas como la obra de un italiano nacido en Cuba, y que  se consideraba como una forma de ciencia ficción. La idea me intrigó, más aún cuando después de una media hora mencionó el nombre de Italo Calvino, un escritor que, desconozco las razones, relaciono siempre con el siglo XVIII o XIX. De forma curiosa, unas semanas después, antes de que terminara el año, encontré este volumen recopilatorio en la biblioteca de una amiga. Por supuesto, no me abstuve de pedirlo prestado; por supuesto, lo devolveré.

     No es sencillo definir una cosmicómica. En principio porque la idea confunde. En principio porque no son necesariamente cómicas, aunque tienen mucho de humorismo; tampoco se relacionan de la forma tradicional con la fantasía y la ciencia ficción. Por lo general una cosmicómica parte de una idea científica: la velocidad de alejamiento de las galaxias, la reproducción asexuada, la formación de la luna, el origen de los pájaros o la extinción de los dinosaurios. A partir de esas ideas Calvino desarrolla su ficción. Pero, donde un escritor norteamericano hace referencias a robots o naves espaciales, Calvino desarrolla su idea a partir de un protagonista o espectador de los hechos llamado, explícita o implícitamente, Qfwfq, quien vive los hechos como un elemento propio de su cotidianidad. Sin embargo, donde otros autores se quedarían en la mera fórmula, Calvino se renueva, reinventa y supera en casi todos sus relatos, que tienen el sabor del mito y de lo añejo.

     Desde nuestra perspectiva actual, Qfwfq es una criatura extraordinaria por su longevidad –existió allende el tiempo- y por su capacidad de adaptación al paso del tiempo. Así, siendo una criatura inmortal ha condescendido a vivir como un mortal más, encontrando a lo largo del tiempo a otros como él. De esta manera, ha conocido el amor, el compañerismo, la soledad y el desengaño.

     Por supuesto, Qfwfq no es el único relato o protagonista de los relatos, ni todos ellos parecen situarse en la misma línea espacio-temporal, lo que enriquece aún más las posibilidades de una narración que en ocasiones recuerda muchísimo al Cortázar de Manual de instrucciones.

     Por otro lado, debe tenerse en cuenta que este es un volumen recopilatorio, por tanto no todos los libros tiene el mismo nivel (en mi caso, padecí Tiempo cero, que se aleja de Qfwfq) o la misma capacidad de atracción sobre el lector, llegando incluso a sentirse cansino si se quiere intentar leerlo todo de una sentada. Mi recomendación, en este caso, es paladearlo a lo largo de los meses y no lanzarse a devorarlo como un niño glotón.

     Para quienes no han leído con anterioridad a Calvino, uno de los grandes escritores del siglo XX, es una buena oportunidad de iniciarse y abrirse la puerta a mundos más amplios, desafiantes y enigmáticos, muscos cosmicómicos.

Comentarios

  1. Había escrito un comentario tan lindo. Estoy enojada, sigue atropellándome la tecnología.

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