Escrito
por Primo Levi
Traducido
por Pilar Gómez Bedate
Publicado
por Muchnik Editores
Recomendado para jóvenes lectores
Recomendado para jóvenes lectores
Relato
autobiográfico – No ficción
Esta es una historia
acerca del horror. Enmarcada en un tiempo tan temible, que aún hoy muchas
personas se niegan a asumir como una verdad. Hubo una época en que un grupo de
personas olvidaron cualquier rasgo de humanidad y cometieron crímenes atroces. Fueron
crímenes tan atroces que asumimos que
habríamos aprendido de ellos y que no tendrían de nuevo lugar sobre la tierra.
Sin embargo, nuestra triste realidad insiste en desmentirnos, en enrostrarnos
la especie mezquina que somos.
Si esto es un hombre es el primero de
una serie de tres libros, que al parecer se pueden leer por separado, y narra
la historia de Primo Levi en un campo de exterminio adscrito a Auschwitz. Primo
Levi, un judío italiano.
El lector, que
desconoce el tema, que quizá lo ha evadido, que ha evitado el Diario de Anna
Frank, bien sea por Bulo, bien sea por testimonio del horror, se encuentra con
un libro escrito en un estilo directo y desprovisto de cualquier rasgo de victimización.
Levi rara vez retrata a los alemanes, rara vez en sus páginas aparece un SS,
aunque se le intuya en cada entrelínea, en cada margen del libro; Levi no alude
a la brutalidad de los alemanes, aunque describe la maquinaria del horror. Levi
es más sencillo, menos truculento; Levi describe la horrible cotidianidad del
campo de concentración, la maquinaria encargada de despersonalizar a quienes
ingresaban en ella, que buscaba reducir a entes a quienes entraban por sus
puertas.
Tampoco Levi
engrandece al judío que se enfrenta a las atrocidades. Muestra sus mezquindades,
su cansancio, su búsqueda por sobrevivir de cualquier forma, en algunos casos
sin importar el precio que tuviesen que pagar, o por encima de quien tuvieran
que pasar. Pocos conservan su humanidad, su decencia, su dignidad. La
maquinaria es efectiva.
No quiero decir
nada de esto que sea un libro aséptico. Nada en un campo de concentración es
aséptico. Preciso, efectivo, sí, pero aséptico. La crudeza de la narración de
Levi radica en los hechos, en la cotidianidad, en la desesperanza que hay en
los hombres que lo habitan, en la forma en que los actos se van naturalizando;
en la manera en que los hombres se van desnaturalizando.
Asistimos, en
la narración de Levi, a la descripción de los habitantes del Lager, a las formas en que se
relacionan, a la importancia que tienen las cucharas, a las formas en que opera
el mercado negro; a la incertidumbre del futuro, que puede terminar al día
siguiente o esa misma noche.
No hay
amabilidad en Levi. Su propio título nos lo anticipa. No hay piedad en él. Su
descripción desnuda los hechos y los pone en su lugar y humilla al hombre ante
el hombre, porque el hombre es bruto y brutal en cualquier lado donde sea
puesto. Y sobre todo, el hombre olvida:
En un estado autoritario se considera lícito alterar la
verdad, reescribir retrospectivamente la Historia, distorsionar las noticias,
suprimir las verdaderas, agregar falsas: la propaganda sustituye a la
información. De hecho, en estos países, no se es ciudadano, sino súbdito y,
como tal, deudor al estado (y al dictador que lo encarna) de fanática lealtad y
sojuzgada obediencia. (p. 306)
A mi larga lista de "por comprar". Me encanta el tema de la Segunda Guerra Mundial. Creo que es una de tus mejores reseñas.
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