Escrito
por Vladimir Nabokov
Traducido
por Francesc Roca
Publicado
por Círculo de lectores
Recomendado
para Jóvenes lectores
Novela
Este es un libro chocante. Un libro
chocante inteligentemente escrito que exige varias lecturas. Eso lo hace más
chocante aún. Cuando se escribió, Lolita
fue calificada como una novela pornográfica y varias editoriales se negaron a
publicarla al tratar uno de los tres temas tabúes de la época (los otros dos,
en palabras de Nabokov, son las relaciones felices interraciales y la vida
feliz de un ateo). Frente a esa acusación Nabokov añade unas palabras finales
donde se burla afirmando que al no seguir la estructura de una obra pornográfica,
con relaciones sexuales in crescendo
a lo largo de la obra, algunos de los editores ni siquiera la terminaron.
Nabokov
afirma también en ese epílogo titulado Acerca
de un libro titulado Lolita, que no busca enseñar nada con Lolita, que lo único que busca es el
placer estético (es curioso que Nabokov se queje de no ser conocido en su
idioma original, “cualquier apreciación de mis libros en inglés estará
completamente desenfocada” (p.792), mientras yo hayo un placer en sus palabras
y lo leo traducido al español), y sin embargo, al momento, con el movimiento Me too en auge, y todas las discusiones
alrededor de él, Lolita pueda leerse
como una terrible alegoría.
Llegué a Lolita con el zeitgeist, con la creencia de que se
trataba de una obra voluptuosa acerca de la relación entre una adolescente y un
hombre mayor de edad, creía que iba a encontrar un relato de seducción
pecaminosa. Encontré algo de eso, sí, una interpretación equívoca puede ser
esa; sin embargo, la “realidad” –palabra escrita como Nabokov consideraba que
debía escribirse- es mucho más brutal.
Lolita
es el acercamiento de un hombre de 40 años llamado Humbert Humbert a una
preadolescente –tendrá quizá unos 12 o 13 años- llamada Dolores. Lolita. Durante
el libro Humbert Humbert, quien es consciente de su deseo y de la oscuridad al
buscar satisfacerlo, se aproxima, y con la astucia de un predador, cerca a su
víctima hasta que esta cae en sus brazos, no por amor, sino en virtud de que no
tiene a nada ni a nadie más que a él. Humbert Humbert es un monstruo, es una
criatura antipática para el lector desde las primeras páginas; Nabokov no hace
ningún intento de humanizarlo hasta los últimos dos o tres capítulos, cuando se
reencuentra con Dolores, años después de que ella ha logrado escapar de él.
No hay que llamarse a engaño. Humbert
Humbert usa a Lolita, la coacciona, la manipula, la usa a su pesar, aun dándose
cuenta de la resistencia de ella, de que llora todas las noches, de que tiene
que convencerla para que ceda a sus deseos con regalos, dinero o fruslerías. No
contento con eso, la aísla, busca convertirla en alcahueta, también de sus
deseos.
Por otro lado, las palabras de Humbert
Humbert también tienen mucho de jactancioso. Su diario, escrito para un jurado
que de seguro va a condenarlo, porque él tampoco busca exculparse de sus
acciones, tiene también mucho de regodeo, miserableza y mezquindad. Busca
también que la relación que ha tenido con Lolita trascienda lo vivido y se
instale en el terreno de lo imaginario.
Me sorprendió en todo caso la forma en que
se ha entendido Lolita, como una
historia de horror se convierte en un relato de seducción. La culpa quizá, la
tenga el cine – en mi caso no he visto ninguna de las dos versiones-; a decir
de una amiga, en ellas Humbert es menos antipático y sus acciones menos sucias,
más seductoras; más aceptables de alguna manera.
Si Lolita
fue tenida en cuenta en algún momento como una obra pornográfica, en
nuestros tiempos podría ser justamente lo contrario de lo que Nabokov quería,
pues no es sólo una obra de gran placer estético –aunque el lector no la pueda
leer en su idioma original, si no en una traducción- si no una obra que también
es una advertencia, una denuncia, un reflejo de muchas de las acciones que
sobre la mujer se ejercen el día de hoy, en especial la hipersexualización de
la infancia.
Es una obra chocante, es cierto; sus frases
en francés son demasiado afectadas para mi gusto; la forma en que Nabokov se
deshace de la madre de Lolita es un Deus
Ex Machina en toda regla, pero, para nuestra mala fortuna, en nuestro mundo
actual se ha convertido en una necesidad, en un oscuro espejo.
En la película él parece un pobre tipo que es seducido y engañado por una adolescente. No me la vi, la encontré un día haciendo zaping.
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