TERCIOPELO. Historia de un ladrón.



Escrito e ilustrado por Silvana D´Angelo y Antonio Marinoni
Traducido por Sandra Sepúlveda Martín
Editado por Océano Travesía
Recomendado Para los pequeños
Cuento ilustrado

     ¿Qué conforma un hogar?, ¿las paredes?, ¿la decoración?, ¿los colores?, ¿las personas?, ¿las historias? Cuando pensamos en nuestro hogar, ¿qué lo define? Terciopelo tiene su forma de entenderlo.
     Es importante entender que Terciopelo es un ladrón, y no uno cualquiera.
         Soy famoso entre los ladrones.
     Mi nombre es Terciopelo. Entro a las casas como una caricia. Paso como una ola que se extiende sobre la arena. Si pudiese hablar, la casa elegida no diría sino cosas buenas de mí: “Señor Terciopelo, al fin, su visita es un honor, cuánto me ha hecho esperar…” Y luego, a mi llegada, se abre benigna y solícita como una mano amiga. (p. 5)

     Terciopelo ingresa en una casa que es como un museo y que, sin embargo, se halla habitada. Todo en ella respira vida. Terciopelo es hábil como un gato, más que un gato; es temerario, desafiante. Es, podría ser, el mejor ladrón del mundo. Donde mira Terciopelo se encuentra con una obra de arte, con un cuadro, con una joya de la decoración. Pero Terciopelo no ha sido atraído a la casa por las joyas o el dinero. No. Por esa misma razón, Terciopelo ha buscado llegar en un momento en que la casa está ocupada. Terciopelo recorre las habitaciones, escucha las voces, las conversaciones, los silencios. Terciopelo descubre una a una las historias de quienes han habitado la casa, de la casa misma; es atento, confidente, fiel. Terciopelo sabe guardar un secreto, él también tiene los suyos.

     Terciopelo es la historia de un ladrón como ningún otro, que es atraído por el olor a un hogar feliz. Es también una historia singular y sensual, pues desde el olfato construye y reconstruye una infinidad de historias.

     Por otro lado, si bien el lenguaje empleado en la narración es una delicia, hay un punto adicional que llama la atención, y al que se le ha puesto especial cuidado, la decoración. La dupla D´Angelo – Marinoni ha vestido la casa a la que ingresa Terciopelo con un conjunto de elementos de decoración que cuenta su propia historia. Así, cuadros, sillas, lámparas y jarrones, entre otros elementos decorativos son reconocibles a nivel histórico, de hecho muchos de ellos tienen nombre propio. Nombre y apellidos.

     Terciopelo. Historia de un ladrón es una experiencia diferente al conjunto de relatos infantiles que normalmente se encuentran en el mercado, pues apunta a la añoranza y al olfato como una atmósfera e historias personales.     

Comentarios