Escrito
por Philip Pullman
Ilustrado
por John Lawrence
Traducido
por Enrique Sánchez Abulí
Editado
por Ediciones B
Recomendado
para Lectores en marcha
Relato
– libro ilustrado - Fantasía
Hay universos que no necesitan ser expandidos
o que no necesitan en verdad volver a ser visitados. Algo así sucedió con
Stephen King cuando decidió escribir una secuela a El resplandor, o el alargamiento excesivo de los relatos de acerca
del Alcaudón de Dan Simmons o Wildcards.
Sin embargo, hay momentos, trozos de historias a los que los autores necesitan
retornar, como en Los cuentos de Beedle
el Bardo, El viento por la cerradura
u Oficio de búhos, que, sin entroncar
con el relato principal, amplían la visión que el lector ha tenido de la obra
del autor. No adicionan nada al relato principal, pero pueden darnos nuevos
matices de los personajes o del mundo que habitan. En ese sentido funciona El Oxford de Lyra de Phillip Pullman.
La materia
oscura es una de las mejores series juveniles de los últimos años. Una de
las mejores porque no se acogió a ningún estereotipo, porque es exigente con el
lector, llegando al punto de confrontarlo en sus creencias, y porque no es
fácil reducir su complejidad al mundo audiovisual (nunca entendí que tenía
Disney en la cabeza cuando decidió intentar una adaptación de una saga de tal
magnitud). Una de las mejores también porque contó con una protagonista indómita
y plena de encanto. Lyra Belacqua, también conocida como Lyra Silvertongue.
El
Oxford de Lyra tiene lugar poco después de los hechos acaecidos en La materia oscura, y nos muestra a una
Lyra más sosegada, aunque no menos impetuosa, y madura, al punto que su daimonion ya no cambia de forma,
manteniéndose en forma constante como una marta. Su precaución, y de Pantalaimon,
será piedra fundamental en la resolución del misterio que los acecha,
llevándolos también a descubrir que la relación de Lyra con Oxford es mucho más
vinculante de lo que en un principio se había sospechado.
Más allá del relato, empero, este volumen
de Pullman, cuanta con una serie de fotografías e imágenes que se sitúan en una
suerte de adenda, acerca de las cuales, nos sugiere el autor en el prólogo,
podrían estar relacionadas, o no, con futuros relatos acerca del mundo de La materia oscura. Como elemento
adicional, que no influye ni realimenta el relato, encontramos un pequeño mapa
plegado al final del libro que nos da a conocer la estructuración física de ese
Oxford que habita Lyra.
El
Oxford de Lyra se constituye en un breve vistazo (breve, sumamente breve,
tan breve que nos hace saber que tan afortunado es Pullman que se puede arrojar
la oportunidad de publicar este volumen de manera independiente) acerca de lo
que ha acaecido con Lyra después de El
catalejo lacado, y que nos hace sentir nostalgia por ese mundo, sus
revoluciones, conspiraciones, osos y brujas.
Tal vez llevo mucho tiempo sin leerte. Sólo entendí el primer párrafo.
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