Autora: Ana María Matute
Ilustrador: Javier Olivares
Editorial: Media Vaca
Recomendado para: lectores en marcha
Libro ilustrado
Son tontos, tontísimos, alcanzan
altos niveles de idiocia y cretinismo. Uno tras otro los niños que componen
esta galería hacen las cosas más estúpidas por las razones más equivocadas. En
un principio podría pensarse que contar historias tontas sobre niños tontos
sería una soberana tontada. Sin embargo, no has leído más de tres líneas cuando
te das cuenta que hay algo más, que en cualquier momento te va a saltar un gato
en la cara. Y, por supuesto, resulta que claro, que no faltaba más, que cada
relato está teñido de una poesía sutil y maravillosa que impregna cada palabra
de una honda tristeza. No hay risa al final de ninguno de los textos. Hay
retazos de marginalidad y mucho de sapiencia, hay toda una crónica del olvido,
del desarraigo y del abandono.
Las historias que teje Ana María
Matute son descarnadas pero se disfrazan de poema. Son terriblemente tristes y
cada tontería de sus protagonistas se explica según la lógica de la niñez y de
la soledad. Son pocos los adultos que desfilan en estas historias. Son pocos y
se suelen destacar por su indiferencia o su negligencia o su simple invisibilidad.
Adultos que vienen y se van, que dan la espalda o dicen un par de palabras nada
más.
Las ilustraciones de Javier
Olivares se suman, en sus trazos negros sobre fondo azul, para teñir de
estridencia y melancolía cada una de las historias aquí contadas. Sin melodramas
ni exageraciones. Al final, sentimos que somos un poco tontos o un poco más sabios,
pero al fin y al cabo un poco más tristes a la mañana siguiente…
ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
ResponderEliminarahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
ResponderEliminar