Autor e ilustrador: Shaun Tan
Editorial: Barbara Fiore Editora
Recomendado para: Lectores en marcha
Libro-álbum
Cada cosa tiene su lugar. Cada
cosa tiene inexorablemente su lugar. Los lunes comienzan los trabajos y las
clases; el mundo es de los jóvenes y seis pies de tierra les pertenecen a los
viejos. Sólo si consumes tienes derecho
a existir. Lo contrario es subversivo. La inútil e inclasificable debe ser
enterrado, sacado de circulación, apilado y/o olvidado. El libro fue publicado
en el 2005, pero parece escrito apenas ayer bajo las regulaciones de la ley
SOPA o la ley Lleras o el ACTA. Quizás es porque la historia humana está
sembrada de la prelación de la uniforme, lo útil, lo consumible sobre lo
singular. Lo que nos escandaliza hoy es lo que hemos preconizado desde siempre.
Lo llaman Bullying. Se trata del
abuso de los fuertes inseguros sobre el débil otro. El diferente (débil, negro,
homosexual, pequeño, alto, blanco, albino) es sistemáticamente golpeado,
humillado, destrozado. Pasó en Auschwitz. Sigue pasando en las aulas de clase. Sin
embargo esta explicación es insuficiente. Seguimos el ejemplo de las familias y
de los gobiernos y de los medios masivos de comunicación.
La cosa perdida no trata de esto. Trata de un niño que encuentra
una cosa (sí, cosa, la palabra más inútil de todo el vocabulario porque lo
designa todo y nada) y decide ayudarla. También trata de una oficina que se
ofrece a encargarse de las cosas que no se pueden clasificar. Además existe un
tercer lugar, sin documentos del gobierno, sin burocracia, sin trámites que
nadie puede encontrar a menos que sepa que es lo que está buscando. Todo esto lo envuelve en unas magníficas
viñetas que ubica en un fondo de diagramas y columnas contables y edictos
gubernamentales. Shaun Tan se hace
cargo de la situación. Evita papeleos inútiles. Se adelanta a las pequeñas
mentes. En la contraportada leemos como el libro se cataloga de antemano como
subversivo. En la mejor tradición de las grandes obras literarias.
Subversivo, quiere decir que
subvierte, modifica, cambia, pone patas arriba, un orden social, status quo, existente. A veces son
grandes actos que cobran vidas injustamente (no toda subversión es buena), a
veces son pequeños como inculcar a los niños el hábito de la lectura, como
insistir tercamente en que las editoriales que trabajan con el Plan Lector no
tienen porque acogerse a lo que más y mejor se venda porque sus clientes son
padres y docentes que sólo buscan lo políticamente correcto. A veces se trata
de escribir una y otra vez un blog…
En el 2011, La cosa perdida, convertido en cortometraje ganó un premio Oscar. A veces se gana...
Te enredaste mucho para describir un libro lindo, inteligente, y lindo.
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