INSTRUCCIONES. Todo lo que necesitas saber en tu viaje.



Escrito por Neil Gaiman
Ilustrado por Charles Vess
Traducido por Sandra Sepúlveda Martín
Publicado por Océano Travesía
Dirigido a Lectores en marcha
Libro ilustrado - Poesía


De traducciones, tradiciones y traiciones.

     Instrucciones es uno de mis textos más amados de Neil Gaiman. La cantidad de referencias a Fantasía es increíble,  no me canso aun de encontrar esta o aquesta referencia al mundo de los cuentos de hadas, pero también al de otros escritores de literatura fantástica, clásicos o contemporáneos. Quizá por eso casi deliro cuando hace dos años me di cuenta que Océano Travesía iba a editar un libro ilustrado con este poema. Sin embargo, cuando al fin lo vi me di con un palmo de traducción  en la nariz.

     No es la primera vez que me sucede. La primera traducción que leí de Diario de Adán y Eva era de Editorial Norma, creo, y me enamoré de su última línea: Do quiera estuviera ella, ahí estaba el Edén [cito de memoria]. En aquella época no estaba pendiente de los traductores y el libro no era mío, así que inevitablemente se perdió en el tiempo, al menos hasta que encontré la edición de Libros del zorro rojo, empero, la última línea, traducida en esta ocasión por Patricia Willson, reza, Dondequiera que ella estuviese, allí estaba el Edén (p. 70). La versión de Impedimenta tampoco me terminó de satisfacer. Algo similar me ha sucedido con Seda. Lo leí por primera vez traducido por Mario Jursich Durán y publicado por Editorial Norma, y aunque tengo la edición ilustrada por Rébecca Dautremer, la traducción de Xavier González Rovira y Carlos Gumpert, en la edición de Contempla Edelvives no me produce la misma emoción. El problema con Instrucciones ha sido peor.

     La primera vez que leí Instrucciones fue en El cementerio sin lápidas y otras historias negras, en traducción de Mónica Faerna y edición de Roca Editorial. He compartido esa versión con alumnos, hay una grabación de ella con mi voz en internet (aunque nunca he estado conforme con mi interpretación del texto) y no dejo de recomendarla cada vez que tengo oportunidad. La traducción de Faerna ha sido una tradición para mí. Quizá por eso odié la edición de Océano Travesía.

     Recuerdo que estaba en la Feria del libro de Bogotá y me abalancé sobre el pequeño tomo. Leí, y a medida que lo hacía, también maldije. Vociferé, para vergüenza de Elizabeth, y me fui luego fuera de mis cabales. Han pasado dos años desde entonces y me enfrento de nuevo al espantajo (en mi mente aún es eso).

     Para ser justo, la traducción de Sandra Sepúlveda Martín no es mala. De hecho, al acudir al original con mis pobres conocimientos de inglés encuentro que su traducción es más bien literal.

Así, al comienzo, donde Gaiman dice:

     “A red metal imp hagns from the green-painted
     front door,
     as a knocker,
     do no touch it; it will bite your fingers.”
    
     Sepúlveda Martín dice:

Un demonio rojo de metal cuelga de la puerta pintada de verde,
a modo de aldaba,
no lo toques; te morderá los dedos. (p. 8)

Faerna dice:

Sobre la puerta pintada de verde, un diablillo
rojo labrado en metal
hace las veces de aldaba,
no lo toques; te morderá los dedos. (p. 211)

Aunque este ejemplo es justo y correcto, hay un punto adicional que hiere de alguna manera mi ánimo. Este punto tiene que ver con la Torre. La Torre Oscura. La Torre olvidada de Dios (V. La Torre Oscura de Stephen King).



Gaiman dice, en cursiva:

There is a worm at the heart of the tower; that is
why it will not stand.

Sepúlveda Martín dice, en cursiva:

Hay un gusano en el corazón de la torre,
por eso no se sostiene. (p. 34)

Faerna dice, en cursiva:

Hay un gusano en el corazón de la torre;
y esa es la razón por la que no durará para siempre. (p. 212)
  
     Estos versos en Instrucciones tienen una importancia crucial, o al menos cierto énfasis sombrío. Por alguna razón están desconectados del contexto y su sombra ominosa se extiende. Pero, mientras la traducción de Sepúlveda Martín da por hecho el derrumbamiento de La Torre, y con ello de toda la existencia, la traducción de Faerna brinda cierta esperanza, cierta posibilidad de que El Pistolero alcancé a llegar a evitarlo.

     Por otro lado, hay un punto adicional sobre el que se debe hacer referencia, la traducción que del texto hace Charles Vess. Las imágenes que acompañan Instrucciones manejan una paleta de colores desvaídos, con cierto sabor a añoranza. El personaje principal en este caso es una suerte de gato vestido a la manera medieval, atravesando las diversas escenas plasmadas por Gaiman. Curiosamente esta traducción también es muy literal, en tanto el poema de Gaiman es rico en alusiones e invitaciones a participar de mil y un textos. Por otro lado, no deja de ser paradójico también que la única ilustración en donde Vess intenta hacer una interpretación es la que menos me gusta, y es aquella que se refiere al reino de Invierno. Por alguna razón, Vess interpreta que el País de las Hadas es el nuestro, pleno de edificios de muchos pisos.



     Podría extenderme aún páginas enteras sobre el tema, empero, creo que los puntos principales han sido tratados. A saber: las primeras traducciones nos marcan una tradición, sin importar de modo alguno el alcance de la traición.  

     Esta edición de Instrucciones no es mala, pero es una versión literal de un texto rico en simbolismos. Prefiero por mucho mis tres páginas sin ilustraciones.

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