Escrito
por Lord Dunsany
Traducido
por Rubén Masera
Editado
por Visión libros
Recomendado
para jóvenes lectores
Novela
– fantasía
John Ronald Reuel Tolkien, en su ensayo Sobre los cuentos de hadas afirma,
Ancho, alto y profundo es el reino de los cuentos de
hadas, y lleno todo él de cosas diversas: hay allí toda suerte de bestias y
pájaros; mares sin riberas e incontables estrellas; belleza que embelesa y un
peligro siempre presente; la alegría, lo mismo que la tristeza son afiladas
como espadas. Tal vez un hombre pueda sentirse dichoso de haber vagado por ese
reino, pero su misma plenitud y condición arcana atan la lengua del viajero que
desee describirlo. Y mientras están en él le resulta peligroso hacer demasiadas
preguntas, no vaya a ser que las puertas se cierren y desaparezcan las llaves.
(Tolkien, 2002, p. 13)
Mucho
antes que Tolkien se hubiera adentrado a indagar en Fantasía, hubo un hombre
que no sólo entró en el mundo de las hadas, sino que encontró las palabras para
describirlo. Lejos de los maravillosos elfos del creador de El señor de los anillos, Lord Dunsany da
cuenta de un mundo frío, ajeno al tiempo y pleno de prodigios. El resultado de
ese viaje es La hija del rey del país de
los elfos.
El
resultado es un relato pleno de misterio y poesía y oralidad; un relato donde
se puede encontrar humor, intriga y maravillas. Sin embargo no hay amor en esta
obra. No es el amor lo que impulsa a Averic ni al señor de todos los elfos ni a
Orión, ni a la hija del rey de todos los elfos. No es el amor lo que los
motiva. De hecho, es difícil saber que motiva a los personajes, es difícil conectarnos
con los protagonistas. Encontramos las bellezas de las tierras feéricas,
sabemos de las dificultades y argucias enfrentadas por Alveric, sabemos del
temor sobre la temporalidad que pesa en el corazón del rey del país de los
elfos; pero no encontramos amor en Alveric, ni por su hijo, a quien abandona
sin siquiera despedirse, ni por su esposa a quien ve marcharse y añora y luego
sale a buscar.
Con
todo, La hija del rey del país de los
elfos es una construcción formidable de Lord Dunsany, un autor injustamente
desconocido en las nuevas generaciones y que antecedió la obra de Lovecraft y
Tolkien y Borges y Le Guin. Una obra sin parangón, que se atreve a llevar al
lector al corazón de un castillo que solo puede ser descrito en canciones.
FUENTES
DE CONSULTA:
Tolkien,
J. R.R. (2002). Árbol y hoja y el poema
Mitopoeia. Tercera reimpresión. Barcelona: Editorial minotauro.
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