Escrito
por Neil Gaiman
Traducido
por Jaime Blasco
Editado
por Malpaso
Recomendado
para grandes lectores
No
ficción – ensayo
No recuerdo con exactitud cuál fue mi
primer encuentro con Gaiman. No recuerdo si fue con The Sandman o Coraline o con
Buenos presagios –su colaboración con
Terry Prratchett- o con Nieve, manzanas y
cristal de azogue o con American Gods.
Solo sé que desde aquel momento, cuando
algo hizo clic de manera inmediata, vuelvo a sus libros de manera periódica y
me embebo en sus palabras. Nunca, hasta el momento, me ha decepcionado, y
agradezco sobremanera haberme encontrado una obra tan bella como El océano al final del camino. Sin
embargo, hasta el momento, lo había considerado un autor exclusivo de Fantasía.
Con este libro, por supuesto, encuentro que me equivoco.
La
vista desde las últimas filas es una colección de textos diversos de
Gaiman, que van desde diversos discursos, artículos periodísticos, prólogos y
reflexiones sobre temas tan diversos como las bibliotecas, la promoción de
lectura, la fantasía, la ciencia ficción, el cine y la música, entre otros que
quizá se me escapen. Los textos, divididos por tópicos, están escritos de una
forma espontánea e impecable; con un gran acercamiento a la cultura popular
(grandes referencias suyas son Harlan Ellison y Stephen King) y una gran nostalgia
por los tiempos de la niñez, un tiempo donde fue un niño salvaje cuidado por
bibliotecarios. Así mismo, aprovecha para reflexionar sobre la escritura, la
magia de las palabras y las herramientas que los escritores deben tener en
cuenta.
Es, también, un libro tremendamente
adictivo. Después de terminarlo perdí el recuerdo de una cita que me había
gustado acerca de la lectura, y retomé el libro desde el principio. Al inicio
leyendo de forma diagonal, hasta que después de un tiempo me di cuenta que me
lo estaba volviendo a leer palabra a palabras, disfrutándolo idea tras idea,
como si fuera la primera vez. Esa capacidad de disfrute no se me había
escapado.
Se trata en este caso de un libro destinado
a los grandes lectores, porque en muchos casos hace reflexiones acerca del
mundo de los adultos más que el de los jóvenes o el de los niños. No son los
temas, sino la forma de abordarlos. Todo ello sin dejar de ser textos
divertidos, ágiles y sencillos.
La
vista desde las últimas filas es un libro que se puede leer en desorden,
abandonando textos, dejando otros atrás, y aun así es muy cautivador, para
muestra un botón: Tiene un texto sobre Lou Reed, un artista que no conozco ni
me interesa hasta que encontré un fragmento en donde la hija de Gaiman se
maravilla al encontrar que su nombre, Molly, procede de un travesti
protagonista de una canción de Lou Reed. Me quedé por un momento parpadeando y
me devolví a leerme todo el texto sobre Lou Reed. Esa es su capacidad
narrativa.
Así que si os ha gustado Neil Gaiman, y
habéis disfrutado de sus libros y sus obras ilustradas, tened en cuenta este
conjunto de textos; tenedlo en cuenta y devoráoslo hasta el tuétano.
P.D.: Al
ser esta una traducción española, podréis encontrar palabras como guay o sarao,
así que le lector latino sabrá disculpar.
Leído.
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