Escrito e ilustrado por Frank Miller
Sin datos de traducción
Publicado por Norma Editorial
Recomendado para Grandes lectores
Novela gráfica
Frank Miller es una institución en el
apartado de la novela gráfica. No importa que tan afortunados o desafortunados
sean sus proyectos ya ha hecho historia con títulos tan variados como 300; Ronin;
The Dark Night Return; Daredevil: Born again y, por supuesto, Sin City.
El común de las personas conoce Sin City de la pantalla grande. La
primera película, exhibida en blanco y negro con mínimos toques de color, plena
de una violencia extrema y grotesca, en donde todo era posible, fue
protagonizada por Bruce Willis, Mickey Rourke y Jessica Alba, entre otros
nombres. La segunda, estrenada algunos años después, fue protagonizada por Eva
Green y se trató de un relato deshilvanado y confuso, donde algunos personajes
que se creían muertos en la primera volvieron a aparecer, y donde el final parecía
poco convincente. No todo lo que funciona en la tinta y el papel funciona en el
celuloide.
Con todo, enfrentarse a la novela gráfica
es un placer diferente. Lo primero que se entiende es que hay tres o cuatro
relatos que funcionan de manera simultánea, lo que se comprende en el libro,
pero no se logra en la pantalla. Así, lo que en la pantalla parece el
renacimiento de algunos personajes, en el papel está cuidadosamente
evidenciado, de manera que solo puede ser comprensible al ser leído, de
preferencia de forma secuencial. Relato tras relato, palabra tras palabra.
Basin
City se llama el mundo creado por Frank Miller. Basin City, un lugar corrupto, oscuro y perverso, en donde no se
puede considerar la existencia del bien y el mal, sino la existencia de
diferentes tonalidades de grises. No hay manera en que la luz pueda llegar al
mundo infecto en el que se mueven los personajes de Miller. No hay manera en
que ninguno de ellos pueda conocer la redención, porque, en palabras de Miller,
“Puta ciudad. A los que no vicia, los corrompe. Y si no, los mata.” (p. 578).
Esta edición en particular recoge en dos volúmenes
las desventuras de este gran conjunto de maleantes, quienes se dedican a
sobrevivir antes que a componerse una vida. Son siete relatos completos, en
particular, donde destacan: El duro adiós,
Mataría por ella, La gran masacre y Ese cobarde bastardo. Curiosamente todos contenidos en el primer
volumen. En contraste, aunque no se pierde el cuidado de la edición, el segundo
volumen se torna cansino de leer, los relatos son más fragmentados, e incluso, Ida y vuelta al infierno señala anuncia
un fin en diversas partes que dejan perplejo al lector antes de darse cuenta de
que no se trata de un final como tal, aunque tampoco sabe si es un final
episódico, un error en la maquetación, capricho o simple descuido. Sin embargo,
el colofón final, El arte de Sin City,
le da al novato una idea de cómo el dibujo va transformándose de unas líneas
descuidadas en papel a una versión
final. No se trata solo de dibujar todo el conjunto de una vez; como toda obra
de arte, la novela gráfica exige una alta atención a los detalles.
Una advertencia final, si después de
terminar la lectura de Sin City,
siente la boca como un cenicero sobre el que se ha arrojado algo de whiskey
barato, implica que Miller lo ha logrado de nuevo.
No he sido nunca capaz de pasar de las primeras hojas en una novela gráfica, tal vez, no me llamaban la atención. Imagino que todo es probar. Una buena reseña.
ResponderEliminarSi vas a entrar al mundo de la novela gráfica, sugiero empezar con textos como Persepolis o El azul es un color cálido.
ResponderEliminarLeído.
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