El eternauta

El eternauta

Autor: Héctor Germán Oesterheld

Ilustraciones: Francisco Solano López

Editorial: RM

Novela Gráfica

Recomendado para: jóvenes lectores.

…el único héroe es el héroe “en grupo” nunca el héroe individual, el héroe solo.

H.G. Oesterheld

Hace mucho tiempo hay una discusión generacional acerca de lo que es literatura, digno de leerse, y lo que no. En las décadas de 1980 y 1990, los comics fueron ubicados dentro de la categoría de basura. Leerlos era perder un tiempo precioso que se podía dedicar a leer cosas de verdadera importancia como El Leviatan o Crítica de la razón pura o, quizás, algo de Moliere. Sin embargo a partir de la primera década de este siglo, las nuevas perspectivas bibliotecológicas, así como el paradigma sociocultural de la lectura y las denodadas luchas de los comiqueros lograron que el elemento gráfico fuera tomado en cuenta dentro de la narración.

Esta pelea con la imagen dentro de la narración no se detiene aún. Según planes estratégicos de autoridades en promoción de lectura como Fundalectura, en los libros se deben ir eliminando las imágenes hasta que estas casi desaparecen en los libros para adolescentes y, por supuesto, son prácticamente inexistentes para los adultos. Sufrimos graficofobia, y eso también ha dado lugar a una multitud de equívocos. Por ejemplo que historieta, novela gráfica, caricatura, álbum y libro-álbum son lo mismo.

Vanos por partes. El álbum, o libro de imágenes, toma su nombre de esas colecciones de fotografías que tenemos en nuestras casas y que orgullosamente nuestras madres enseñan cada vez que hay una nueva visita y que nosotros armamos en nuestros computadores para mostrar en facebook o cualquier red social que esté a nuestro alcance. El álbum es entonces un conjunto de imágenes (no siempre narrativo como en el caso de los alfabetos de Ian Beck) en donde el lector puede encontrar bellas imágenes. A despecho de Fundalectura y otros sectores de la misma opinión, los álbumes no son exclusivamente para los niños. En esta categoría podemos encontrar desde la colección de Chigüiro de Ivar da Coll, pasando por narraciones exquisitas como Trucas de Juan Gedovius, hasta llegar a verdaderas obras de arte únicas en su género como el laureado Inmigrantes de Shan Taun. En el álbum el protagonista es el texto gráfico, sin participación de lo alfabético.

El libro-álbum presenta una interrelación entre lo gráfico y lo alfabético en el que cada texto depende del otro, a tal punto que si uno deja de estar, el otro cambia su sentido por completo. Uno de los mejores respectos a este respecto es, En el principio de Carolina Farías. En esta publicación el texto alfabético sigue la diégesis del mito bíblico de la creación, en tanto el texto gráfico nos muestra la relación de una madre con su hijo.

El libro ilustrado es aquella narración alfabética que puede prescindir de su elemento gráfico sin ver afectado sus significados.

Como producto de la última década debemos hablar de la novela-álbum. Genero en el que los gráficos tienen un papel preponderante y se interrelacionan necesariamente con el relato alfabético. En esta categoría, a la que pertenecen Oniría y Emily, los días perdidos entre otras, hay una mayor exploración de los personajes y uso de tramas secundarias.

En lo que conocemos como historieta o comic hay también diferentes categorías. La primera de ellas sería la tira cómica, donde pertenecerían grandes trabajos como Calvin & Hobbes o Mafalda o Snoopy, entre otras. Pertenecen al mundo de las publicaciones seriales principalmente. Cuando hablamos de comic o historietas pensamos en relatos como los X-men, Spiderman, Batman o Superman. La complicación surge con la aparición de nuevos narradores como Will Eisner, el padre de la novela gráfica, Neil Gainman y Frank Miller, entre otros. La propuesta de estos autores no es realizar una serie interminable de situaciones –como en las historietas- si no realizar una historia a nivel gráfico y alfabético con comienzo, nudo y desenlace determinados. Más allá de la situación, se explotan los diferentes matices de personalidad de los protagonistas. A esta categoría pertenecen, la serie de The Sandman, El retorno del caballero de la noche, Batman: año uno, 300 y Sin City, entre otras.

A esta última categoría pertenece El eternauta.

Ésta novela gráfica, nace en 1957 y durante dos años consecutivos es publicada en Hora Cero Semanal, publicación argentina y ha sido uno de los relatos gráficos más relevantes de la historia latinoamericana. Una de estas razones la debe a su exploración de la ciencia ficción. Aunque argentina ha contado con narradores de la talla de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, la incursión de ellos en el campo de la ciencia ficción, fue más bien tímida. Empero este trabajo no sólo explora un género y una trama que luego serían típicas, sino que también se atreven a ubicar el lugar de los hechos en Buenos Aires, cuando lo normal desde Latinoamérica es que este tipo de situaciones se ubicaran en Estados Unidos o en interregnos sin nombre. Otro elemento que la favorece ampliamente es su alegoría a la situación política que en ese momento estaban viviendo en los países del extremo sur de nuestro continente.

Así, El eternauta, novela gráfica, está muy lejos de lo que puede ser considerado basura…
Gracias Elizabeth ;)

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