El Regreso del Señor de la Noche



Autor: Frank Miller con Klaus Janson y Lynn Varley


Editorial: Norma Editorial y DC comics.

Novela Gráfica

Recomendado para: jóvenes Lectores.

Existió una época en que los comics y las historietas eran prácticas lectoras mal vistas, aún hoy muy pocas bibliotecas tienen algo más que las consabidas historietas de Tin-Tin y, en menor número, Astérix. Eso, cuando existe algo del genero. Los adultos suelen mirar con suspicacia a los lectores de historietas mientras intentan determinar si están ante un nerd o un vago. En algunos casos una cosa no excluye necesariamente la otra.

Los promotores de lectura por lo pronto son capaces de diferenciar al menos tres categorías básicas cuando se habla de libros con ilustraciones. A saber, Álbum, Libro-Álbum y Libro Ilustrado.

La primera categoría hace referencia a libros que sólo tienen ilustraciones como Trucas (FCE), La Revolución (Media Vaca) o Zoom (FCE). En estos libros el lenguaje predominante es el gráfico, existiendo una mínima o nula participación del lenguaje alfabético.

La segunda categoría constituye toda un área de estudio plena de discusiones e interrogantes. Los libro-álbum son definidos como aquellos en dónde la participación del lenguaje gráfico y el alfabético constituyen una unidad indisoluble que le da sentido completo al texto, en donde si falta uno u otro el mensaje original se pierde. Algunos ejemplos son: “Caperucita Roja, tal y como se la contaron a Jorge” (Alfaguara), “En el principio” (FCE), “¿Qué crees? (FCE), La Isla (Lóguez) y “Donde viven los monstruos” (Alfaguara), entre otros.

La tercera categoría se refiere a los libros que estando acompañados por ilustraciones estas no tienen mayor relación o influencia en la transmisión del texto. Las ilustraciones en este caso acompañan el texto alfabético sin modificarlo ni ampliar su información. Pertenecen a esta categoría libros como: “Encender la Noche” (kókinos), “Cuentos en verso para niños perversos” (Alfaguara) y “Los cazadores de sueños” (Norma Editorial), entre otros.

Silvia Valencia, con su proyecto Oniria (inédita), pretende añadir una cuarta categoría, la Novela-Álbum.

Sin embargo dentro del género del comic o la historieta las cosas no parecen ser tan sencillas. Cuando se habla del tema el común de las personas suelen echar en el mismo saco a Quino, Fontanarrosa, Kane y Vladdo, entre otros tantos autores.

Vamos a intentar hacer aquí, no sé si haya hecho antes, una categorización de géneros al interior del octavo arte.

En primer lugar deberíamos hablar de la caricatura, cuya expresión más difundida es la caricatura política. Por lo general se trata de un solo cuadro dónde predomina lo gráfico sobre lo alfabético.

En segundo lugar deberíamos mencionar las llamadas tiras cómicas. Aquí incluiríamos a Mafalda y a Boggie el Aceitoso, a Snoopy y a Calvin & Hobbes. Obras que por su extensión y manejo requieren entre 2 y 12 viñetas para expresar sus ideas. En algunas ocasiones hay continuidad temática. Las tiras cómicas por lo regular se recopilan en publicaciones conocidas como comic books.

En tercer lugar debemos hablar de historietas. Batman, Superman, Tarzán, el Fantasma, los X-Men y Linterna Verde, tendrían lugar aquí entre tantos otros. Las historietas necesitan mucho más espacio que los géneros anteriores para desarrollar sus ideas. En los universos creados en estos relatos se entretejen tal diversidad de historias que los relatos pueden continuar y desarrollarse ad absurdum.

En cuarto lugar tendríamos las novelas gráficas. Aquí el material gráfico y el alfabético tienen la misma preponderancia. A diferencia de la historieta la novela gráfica se centra en un instante y momento particular de los protagonistas buscando potencializar al máximo los elementos psicológicos de los personajes. “El regreso del señor de la Noche” de Frank Miller ejemplifica de manera magnífica esta categoría.

En esta novela gráfica asistimos al retorno de Batman, después de 10 años de retiro, a una Ciudad Gótica devastada por una banda conocida como Los Mutantes. El Hombre Murciélago enfrenta aquí a nuevos villanos y borda un final digno para dos de sus más reconocidos contrincantes, Dos Caras y el Joker. Más allá de esto sin embargo es un análisis profundo sobre la incapacidad de la sociedad para encontrar formas efectivas de contener la violencia, una crítica a la psicología como palabrería barata cuando no conlleva una aplicación práctica y una visión acerca la estupidez de la sociedad norteamericana. Por último el lector asiste a un combate apocalíptico entre el héroe y el superhéroe, Batman y Supermán, donde uno se ha convertido en un peligro político y el otro en un instrumento ciego de los propósitos de Estados Unidos (una broma, en palabras de Batman).

Narrada con maestría “El regreso del Señor de la Noche” implica también una mirada detenida sobre este género que cala cada vez más entre nuestros jóvenes y niños.

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