Niveles de lectura V: Jóvenes lectores


A pesar de lo que la mayoría de las personas piensan, los jóvenes sí leen. ¿Qué leen? Otra cosa. Veamos.
En la introducción a una antología de ciencia ficción, Orson Scott Card (un maestro de la fantasía y la ciencia ficción) afirma que en las escuelas y universidades estadounidenses (la afirmación también es aplicable a nuestro contexto) los docentes desconocen por completo lo que leen los jóvenes, desconocen casi por entero la ciencia ficción y la fantasía, cuando no simplemente la descalifican porque no sigue los estándares del canon clásico.
En su columna “Pop of King”, el escritor Stephen King, afirma casi con dolor que “Crepúsculo” de Stephenie Meyer, no estaba incluido en una selección de los 10 libros más vendidos del mes porque se le clasificaba como literatura juvenil.
No se trata de que los adolescentes (también los pre) no lean, se trata de que en muchas ocasiones se subvalora, cuando no simplemente se desconoce, lo que ellos leen. Si leen terror se les descalifica, si leen a Paulo Coehlo se les descalifica, si leen revistas, best sellers, guiones adaptados se les pide que lean algo serio, que lean los clásicos.
Lo graciosos del caso es que en muchas ocasiones, aquellos que leen a Stephenie Meyer terminan leyendo literatura del siglo XIX porque aparece citada en sus libros.
Al igual que con los bebés, los niños y los lectores en formación, los jóvenes piden a gritos (sin exagerar) que los guíen en sus procesos de lectura pero teniendo en cuenta sus gustos y sus intereses. Piden, principalmente, que los tengan en cuenta como personas autónomas que se están formando.
Ese es el factor principal a tener en cuenta cuando se piensa en realizar promoción de lectura entre los jóvenes, sus gustos, sus intereses, sus cuestionamientos. Lo último, como siempre, debe ser el acoso, la intervención y la coacción. No importa si Shakespeare no es de sus intereses, si es para ellos algún día lo leerán, así como a Borges, Martín Amis o García Márquez.

Comentarios

  1. Preciosas las fotos, todas. Interesante eso de que Crepúsculo no aparezca entre los más vendidos por ser literatura juvenil. ¡Es increíble! Si recuerdas el montón que había en La Nacional y los pocos que quedan te das cuenta que aquí también está entre los más vendidos. ¿Afectará esto los niveles de lectura en Colombia? ¿Llegará este fenómeno a nuestras estadísticas?

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