Niveles de lectura II: Para los pequeños.


La lectura en voz alta ha de seguir acompañando el proceso. Aunque el niño ya buscará ojear el libro por sí mismo, y en algunos casos, insistirá en verlos por sí solo, no debe dejarse el acompañamiento permanente. La lectura en voz alta se ha convertido para muchos niños en sinónimo de tiempo placentero compartido con el adulto, razón por la cual ha de continuarse.
Ya las primeras canciones pueden aparecer en los libros, los primeros poemas, los primeros juegos de palabras. Es la época de los limericks, las rimas absurdas, los trabalenguas e incluso algunas adivinanzas. El libro ya debe comenzar aquí a ser el protagonista, el soporte principal, de la lectura.
Muchos padres preguntan: ¿Cómo les leo en voz alta a mis niños?
No hay ninguna técnica en especial para ello, el factor que debe primar es la comodidad. Hay quienes se sienten cómodos haciendo voces y gestos y hay quienes no. Lo importante sin embargo es que se lea algo con gusto y no por pasar a otra cosa. Si no tiene ganas de hacerlo no lo haga en el momento. Sus propias impresiones de lectura irán marcando al niño, si este percibe desazón, pereza, aburrimiento o premura en el momento en el que se le lee, comenzará a asociar esas sensaciones con los libros y la lectura (si tiene preguntas en especial sobre esta actividad, no dude en escribirme).
Se sugiere así mismo comenzar a pasar un dedo por debajo de lo que se le va leyendo, así el niño comenzará a asociar lo que se le cuenta con lo que se le lee.
Un elemento que se debe tener claro es que estos dos primeros niveles en la lectura son claves a la hora de formar los futuros lectores porque aún se ve la lectura como una actividad exclusivamente placentera, nada que ver con la obligación o el deber.

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