EL NOMBRE DEL VIENTO. Crónica del asesino de reyes: primer día.



Escrito por Patrick Rothfuss
Traducido por Gemma Rovira
Editado por Plaza Janés
Recomendado para jóvenes lectores
Trilogía – novela - fantasía


     Acabo de leer Máquinas mortales de Philip Reeve, muy promocionado en la actualidad porque Peter Jackson lo está convirtiendo en película. Me dediqué al libro con emoción, puesto que se trata, según rezan las reseñas, de una fantasía steampunk. En contraste, me encontré con una melaza premasticada infumable plena de estereotipos de la peor especie. Un libro más de eso que llaman literatura juvenil.

     Con ese mal sabor en la boca tomé El nombre del viento y me sumergí, por contraste, en una lectura gratificante, donde los personajes están bien construidos, transformándose a los ojos del lector y permitiendo que haya una empatía real con ellos. Así mismo, los espacios y las reglas de juego están bien construidos, de manera tal que los deus ex machina son menos probables, y el lector sabe bien a lo que se enfrenta. Por último, y no menos importante, Patrick Rothfusss no solo cuenta una historia como si intentase lo más rápido posible pasar a la siguiente, sino que está interesado en sumergir al lector en el relato, valiéndose de un vocabulario amplio –es decir que considera que el lector se ha enfrentado a algo más que a redes sociales-, de figuras literarias – es decir que considera que el lector puede realizar inferencias, al menos- y personajes que tienen matices.

     Hay que mencionar que El nombre del viento es la primera parte de una trilogía (Crónica del asesinato de reyes) que aún no se ha concluido, y que su segundo título es bastante repelente, El temor de un hombre sabio, pues apesta a título de libro de Paulo Coehlo.

    Como historia es una novela de crecimiento de Kvothe, un nombre legendario en el mundo en que es situado, así que el lector asiste a la forma en que este personaje ha ido haciéndose a lo largo del tiempo. Asistimos entonces al sustrato de la leyenda, y cómo esta se construye. Una leyenda que, de alguna manera, por causas que desconocemos al final de este primer tomo, se encuentra en un aparente ocaso. Es también una historia de amor, del primer amor, y de la manera en cómo este marca a las personas, aunque su acercamiento es bastante singular,

Para aproximarse a una criatura salvaje es necesario tener cuidado. El sigilo no sirve de nada, Las criaturas salvajes reconocen el sigilo y saben que es una mentira y una trampa. Si bien a veces las criaturas salvajes  juegan a juegos de sigilo y, al hacerlo, en ocasiones son presa del sigilo, en realidad el sigilo nunca las atrapa.
Pues bien. Con lento cuidado, más que con sigilo, es como debemos aproximarnos a determinada mujer. Una mujer salvaje hasta tal punto que temo abordarla deprisa incluso en una historia. Si me moviera de modo imprudente, podría asustar a la idea de esa mujer y hacerla volar precipitadamente. (p. 428)  

     Así, a pesar de su nombre, a pesar de su presentación, de la frase en su contraportada –que apesta a estereotipo-, El nombre del viento es un libro de esos que se devoran, pero que también se reflexionan; que dejan al lector con un buen regusto en la boca; con la esperanza de encontrar una buena continuación; que permite tener fe acerca de libros de fantasía que no se limiten a contar una historia repleta de los mismos estereotipos, con la mínima cantidad de lenguaje posible. Una de esas puertas que vale la pena atravesar.

Comentarios

  1. Leí dos veces esta reseña...creo que faltan datos sobre el argumento... a menos que lo hayas hecho a propósito.

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