Escrito por Joseph Campbell
Traducido por Cristina Serna
Editado por Ediciones Atalanta
Recomendado para Grandes lectores
No ficción – Mitología comparada
Encontrar un buen libro siempre es un
motivo de júbilo. Si además de todo ese libro está bien editado el júbilo es
mayor. Cuando conjugas un autor como Joseph Campbell con una editorial como Atalanta
la felicidad está asegurada.
Joseph Campbell es una autoridad en el
campo de la mitología comparada. Su aporte más reconocido es el monomito, o
diagrama del mito del héroe, donde estructura los elementos principales del
viaje del mito del héroe comunes a diferentes culturas. Así, relatos
cinematográficos (que hacen parte de nuestra mitología actual) como La guerra de las galaxias –Leí en alguna
parte que Lucas consultaba casi a diario a Campbell mientras avanzaba en la
filmación de la primera trilogía- o Matrix
siguen de forma consciente o inconsciente esa misma estructura. Así, a Campbell
se le ha relacionado principalmente con los relatos heroicos. Sin embargo, en
todos sus libros se aludía al poder y evolución de la diosa.
Antes de continuar hay que aclarar que este
libro no fue concebido por Joseph Campbell. Él nunca escribió un libro llamado Diosas. Él escribió Las máscaras de dios y El
héroe de las mil caras y El poder del
mito, entre otros tantos títulos. Este libro es resultado del esfuerzo de
la Fundación Joseph Campbell que recopiló conferencias y talleres sobre el
principio femenino ofrecidos por
Campbell entre 1972 y 1986. El responsable de organizar todo este material fue
Safron Rossi (Curiosamente su nombre no aparece en los créditos), tal y como lo
indica en el prefacio. Agradecemos entonces a Rossi, quien hizo posible este
libro.
Diosas es una
visita al recorrido que el principio femenino ha realizado desde las primeras
comunidades agrícolas hasta el advenimiento de los pueblos indoeuropeos, en
especial los semitas y su pervivencia en los relatos religiosos actuales. El
recorrido no solo es apasionante sino también descrito con una gran sencillez,
donde prima el valor espiritual sobre la creencia religiosa (Campbell explica
como son dos maneras diferentes de ver el mundo). El resultado es un libro
hermoso, que nos muestra como la creencia en la diosa y sus símbolos, nos
acompañan hoy en día más de lo que creemos.
Respecto a la búsqueda de la mujer en la
actualidad, Campbell es enfático al decir,
El desafío del momento –y hay muchas que lo
enfrentan, lo aceptan y tratan de ofrecer una respuesta no a la manera de los
hombres, sino de las mujeres- reside en florecer como individuos, no como
arquetipos biológicos, ni como personalidades que imiten lo masculino. Y,
repito, en nuestra mitología no existen modelos para la búsqueda individual de
una mujer. Tampoco hay ningún modelo para un varón casado con una mujer
individualizada. Estamos juntos en esto y podemos resolverlo no con pasión (que
es siempre arquetípica), sino con compasión, velando pacientemente por el
crecimiento de unos y otros (p. 18).
Ya más adelante, dirá simple y
sencillamente, “La importancia de la Diosa no radica en si las mujeres ocuparon
el trono y gobernaron una estructura social matriarcal, sino en si la cualidad
de la mujer, su ser, su sentido, era entendido, conocido y respetado.” (p.
322).
Otro elemento a destacar, es la
presentación que se hace del trabajo de Marija Gimbutas, otra estudiosa a la
que espero prontamente estar leyendo. Por otro lado, hay que enfatizar que
Campbell es bastante eurocéntrico en esta obra, razón por la cual apenas hay
dos o tres menciones a relatos de América, África o Asia. Sin embargo, sobre
estas culturas si hay menciones y trabajos más que relevantes en otras de sus
obras, como Las máscaras de dios.
Infortunadamente Diosas no es un libro de una sola lectura. Es un libro sobre el que
hay que volver y detenerse, y avanzar y retroceder y profundizar y discutir y
rechazar y afirmar y rayar y señalar y escribir; en resumen, es un libro que
hay que tener, y en esto Atalanta si no es la mejor opción, pues sus libros son
costosos (U$ 41.88). Con todo, es un libro valioso que los lectores serios
debería regalarse para sus estantes, y, no sobra decirlo, vale cada centavo.
A ese precio está para prestarlo...
ResponderEliminar