ANTOLOGÍA DE CIENCIA FICCIÓN COLOMBIANA (Relojes que no marcan la misma hora y Cronómetros para el fin de los tiempos)



Compilado por Rodrigo Bastidas
Editado por Editorial Planeta
Recomendado para Jóvenes lectores
Antología – Ciencia ficción

     No sé cómo llegó este libro a editarse. No sé bajo que medios Rodrigo Bastidas le vendió la idea a Planeta, o Planeta le vendió la idea a Rodrigo Bastidas para hacer una antología de ciencia ficción colombiana. Aunque sospecho las razones y no me gustan. Creo que es porque quieren llegar al denominado, al maldito, plan lector. También es lo único que justifica que este libro se publique en dos tomos.

     La ciencia ficción colombiana no tiene una gran historia. No son muchos sus protagonistas, y en algún momento ni siquiera se planteaba su posibilidad. Durante muchos, largos años, la literatura colombiana se construyó desde la mimesis; exagerada, estrambótica y coloquial, pero aun así mimesis. En Colombia, la ciencia ficción ha sido en realidad un género menor.  Por eso mi sorpresa al encontrar un muy completo libro (dividido en dos tomos) con autores contemporáneos. Más aún si tenemos en cuenta que se trata de relatos cortos, un género de poco éxito en nuestro país, rendido como tantos otros ante el poder de la novela. Más aún, al encontrar que sigue la misma lógica de las publicaciones del género que disfruté en mi niñez: una biografía, un relato y un comentario acerca del género. 

     Los autores que se encuentran en este libro me tomaron por sorpresa. No hay ningún relato de René Rebetez ni de Antonio Mora Vélez. En cambio, descubro a Enrique Patiño, que también ha escrito un libro del género llamado La sed, publicado con anterioridad por la misma editorial. También me doy cuenta de la existencia de Andrea Salgado Cardona, quien recientemente acaba de lanzar otro libro de ciencia ficción con ese monstruo multiforme llamada Penguin Random House, llamado La lesbiana, el oso y el ponqué.

     Me sorprende grandemente, además, la existencia de una ciencia ficción madura, bien escrita, que no se detiene –con pocas excepciones- en la miseria o el conflicto interno del país, sino que problematiza nuestra relación con la tecnología, los límites de lo que denominamos ser humano, los peligros de la educación, y la relación con la máquina, entre otros temas. Son temas propios de la denominada Nueva Ola o el Cyberpunk. No hay aquí imperios galácticos ni relación con extraterrestres; no hay tampoco escape posible frente a un posible fin del mundo; no se elaboran todavía utopías o distopías; pero son relatos emocionantes, relatos que están señalando un futuro posible para el género en nuestro país; relatos que pueden llegar a escandalizar en algunos momentos por su crudeza, escándalo necesario generado por  una literatura que no ha sido domesticada todavía.

     Relojes que no marcan la misma hora y Cronómetros para el fin de los tiempos son libros que están marcando un paso para los nuevos escritores; son libros atrevidos que quieren definir la relación del escritor con la ciencia ficción y de esta con la construcción del concepto mismo de sociedad y futuro que nos planteamos.  Son libros valientes, pero ante todo necesarios en estos tiempos dolorosos que nos atañen.

     Es importante también ver más allá de las humildes portadas del libro dirigido a los planes lectores, y saber encontrar lo que probablemente es el germen de una revolución, al menos en nuestro tiempo, al menos en nuestro país.  

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