AL FINAL DEL ARCOIRIS


Escrito por Vernor Vinge
Traducido por Pedro Jorge Romero
Editado por Ediciones B
Recomendado para jóvenes lectores
Novela – ciencia ficción

     En Jurassic Park Ian Malcolm, matemático del caos, creación de Michael Crichton, mencionaba que al igual que la magia había fallado al hombre, la posibilidad de la ciencia para terminar el mapa del universo también estaba llegando a su fin. Por esta razón, alegaba Malcolm, se avecinaba un cambio de paradigma. ¿En qué consistiría?, Malcolm no sabía decirlo, asumía que se sabría una vez este hubiera tenido lugar.

     Jurassic Park fue escrita en 1990. Sin embargo, Vernor Vinge ya anticiparía las implicaciones del posible cambio de paradigma en 1983, aunando el término a la Inteligencia Artificial (IA). En Al final del arcoíris (2007), Vinge deja de ubicar su obra en el vasto futuro y espacio y se centra en un mundo más cercano, en un mundo donde los wearables son un elemento cotidiano y donde la tecnología permite curar las peores enfermedades.

     El entorno en el que todo sucede se encuentra invadido por la realidad aumentada, entornos virtuales a los que puede accederse simplemente con un movimiento de hombros que interactúan con una chaqueta inteligente; espacios en donde se puede acceder  cualquier tipo de información en tiempo real, donde los transportes autónomos están siempre disponibles; y en la escuela se enseña principalmente habilidades infotécnicas. Nada de las viejas y aburridas matemáticas, ciencias o deportes. No, lo más relevante para aprender es como moverse en el mundo a través de la interacción constante con la realidad aumentada a través de los wearables, de Epifanía.

     En este medio es donde se mueve Robert Gu, un poeta legendario rescatado del Alzheimer, que resulta ser una persona tóxica para quien se le acerque, pagado de sí mismo, y quien tiene que enfrentarse a un mundo que lo desborda (su último contacto con la tecnología ha sido a través de Windows ME). No bastándole con eso, Gu se embarca en una aventura, junto con otros carcamales como el, para rescatar una de las pocas cosas que aún considera importantes, los libros impresos. Sin embargo Gu no está solo en su búsqueda, aún más, Gu está intentando hacer mucho más de lo que cree que está realizando, siendo solo una marioneta en manos de un poder mayor, Conejo.

     Al final del arcoíris –que resulta ser también el nombre de un ancianato- es una novela compleja, que de manera implícita va sumergiendo al lector en la idea de la singularidad. Más aún, va dejando un rastro de migas de pan que nos muestra a qué punto la tecnología a la que accedemos nos va cambiando, nos va transformando, hasta conducirnos a un cambio de paradigma. Ya el lector juzgara si ese cambio es de su agrado.         

Comentarios

  1. Hola... Espero que el larguísimo comentario que hice al texto anterior te llegue. Mi computadora no tiene Windows Me.

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