Guión
de Neil Gaiman
Dibujado
por Michael Zulli. Jon J. Muth y Charles Vess.
Portadas
de Dave McKean
Traducido
por: Diego de los Santos Domingo
Editado
por: ECC Ediciones
Recomendado
para: Jóvenes lectores
Novela
gráfica
¿Puede en verdad morir una idea?
Durante los últimos años ha sido común que
personajes pertenecientes al mundo del cómic hayan visto su nacimiento y muerte
muchas veces en el celuloide. De hecho en los últimos 15 años (2002 – 2017) ha
habido al menos tres hombres araña y un total de 5 películas –la sexta no
demora en estrenarse-. Su permanencia depende del gusto de la crítica, pero
sobre todo del público, quien puede construir con gran facilidad tanto un
pedestal como un cadalso.
Para el público maduro, la rapidez con la
que muere una franquicia y se estrena otra es alarmante. Sin embargo, para el
público maduro, quien no solo ha seguido a Peter Parker, si no a Miles Morales,
Ben Reilly, Blood Spider, Kaine Parker y Spider Cide (Gracias Wikipedia); es decir,
el público maduro que lee cómics, la muerte y reaparición de los héroes es algo
tan común como obtener poderes arácnidos de una araña radioactiva.
La primera respuesta que puede tener este
fenómeno es, por supuesto, que se trata de estrategias comerciales que buscan
exprimir al máximo determinado personaje –tal y como parece suceder con Batman
para muchos-, para que los consumidores no sólo vean las películas o lean los
cómics, sino que también compren muñecos –perdón, figuras de acción-, los
accesorios, las tazas, los DVD´s y un gran etcétera.
Sin embargo hay otra respuesta que acompaña
a esta, una respuesta que tampoco es nueva, y es que los cómics son nuestra
actual mitología. En ella conviven dioses, titanes y héroes, luchando contra un
mundo caótico contra él que a veces pierden para luego sobreponerse sacando lo
mejor de sí, y lo mejor de los lectores. Así, hay quienes sostienen que una de
las mejores historias de Superman es aquella en la que salva a una chica que
quiere suicidarse, o quizás aquella en la que se detiene para defender a un
niño de su propio padre.
Tal vez por estas razones es que los héroes
de los cómics siempre regresan.
Para quienes conocen la obra de Gaiman,
sabrán, sin embargo que él da siempre un paso más allá. Así que no crea una
constelación de héroes, ni siquiera se centra en uno solo. En Sandman, Gaiman crea un universo en el
que los Eternos son los protagonistas, y entre ellos destaca Sueño de los
eternos, a quienes conocemos dentro de la mitología clásica con el nombre de Morfeo.
Si siguiéramos a Joseph Campbell, descubriríamos
que quizás Sandman. Velatorio no nos
ofrece nada nuevo, nos devuelve una vieja historia, una historia que nos invita
a trascender el velo de las ilusiones, a entender la idea que subyace a la
transmigración de las almas, a la eternidad. Después de eso quizás podamos
responder la pregunta al inicio de los grandes relatos, ¿puede en verdad morir
una idea?
"Luchando contra ese mundo caótico" No es mi respuesta a tu pregunta, la que acompaña tu especial, diferente reseña, mientras solo exista una persona que lo crea.
ResponderEliminarChévere lo de los superheroes; pero me parece que te faltó hablar más del libro.
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