MATERIAL SENSIBLE


Autor por: Neil Gaiman
Traducido por: Laura Fernández y Mónica Faerna.
Editado por: Ediciones Salamandra
Recomendado para jóvenes lectores
Colección de cuentos

    
     Una de las apreciaciones comunes acerca de Gaiman es que se trata de una suerte de Rockstar de la literatura. Allí donde va se le idolatra y se le considera un referente, tanto en el mundo de los cómics como en el del texto alfabético. Así, ha publicado novelas, narraciones gráficas, relatos infantiles, audiolibros y participado en verdaderos espectáculos de lectura en voz alta. Sin embargo, en contraposición a muchos fenómenos del momento, Gaiman posee mucha más habilidad, profundidad y perdurabilidad que los éxitos editoriales de una sola saga. Suya es la versión contemporánea que tenemos de Morfeo, el señor de los sueños -Sandman-; suyas son las nuevas versiones que tenemos de cuentos de hadas como Blancanieves –Nieve, manzanas y cristal de azogue- o La bella durmiente del bosque –La joven durmiente y el huso-; suya es la reconfiguración de las antiguas mitologías –Instrucciones, American Gods-; suya es una de las obras contemporáneas más aterradoras para muchos niños –Coraline-.

Material sensible es la tercera recopilación de relatos (No comprendo aquí si se trata de un despiste del autor o un error editorial. Gaiman dice en su introducción de manera literal, “Ésta es mi tercera colección de cuentos” (p. 16). Empero, al menos en español, esta sería la cuarta antología, siendo las anteriores, Humo y espejos, Objetos frágiles y El cementerio sin lápidas y otras historias negras), salpimentada con poesía, de Gaiman, y una de las mejores que se pueden encontrar en el mercado. Aunque siendo sinceros no tiene mucho con que competir, cuando hoy en día el mercado de cuentos es bastante más reducido de lo que debería.  

      En lo personal las obras de Gaiman me gustan en sus variadas presentaciones. Sin embargo Material sensible tiene para mí un atractivo especial, pues en su interior se encuentra Las nada en punto, un relato protagonizado por Dr. Who, mostrando que no se debe enviar a la guerra a los hombres buenos. Destacan, así mismo, un relato sobre Sherlock Holmes, resolviendo el problema de la muerte, y la espeluznante Clic-Clac, el sonajero. Con todo, y a mi pesar, hay un poema que debería evitarse a toda costa, Cómo montar una silla, que es aterrador solo por el hecho de que un escritor tan bueno pueda atreverse a publicar una cosa tan mala. En compensación El oficio de bruja, es un singular poema pleno de tristeza.


     Cómo montar una silla aparte, el lector se encontrará ante una colección de cuentos, que se empecinaran en volver a su mente una y otra vez. Ya sabéis, como todo buen relato de Neil Gaiman.    

      P.D.: Alguien debería aclararle a los traductores que los lobos tienen garras, no pezuñas. Lo había leído en Crepúsculo y me lo vuelvo a encontrar aquí. Pezuñs tienen los animales ungulados como las vacas y los caballos. 

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