Autor: Maurice Maeterlinck
Traducido por: Juan Bautista Enseñat
Editorial: Asociación Lengua
Franca – Taller de Edición Rocca
Recomendado para: Grandes
lectores
No ficción
No
soy bueno con las cosas vivas. Las plantas se me mueren, y sospecho que si en
algún momento llego a tener algún animal, este podría morir de forma
inverosímil o inesperada. Eso no quiere decir que no me gusten los animales o
las plantas, que no sienta empatía por ellos, es sólo que la cabeza se me va en
otras cosas, libros, una esposa, unos alumnos despistados…
Sin
embargo, La inteligencia de las flores es
un llamado a ver la vida que nos rodea de otra forma,
Durante
mucho tiempo hemos puesto un orgullo necio en creernos seres milagrosos, únicos
y maravillosamente fortuitos, probablemente caídos de otro mundo, sin vínculos
ciertos con el resto de la vida, y, en todo caso, dotados de una facultad insólita,
incomparable, monstruosa. Es muy preferible no ser tan prodigioso, pues hemos
aprendido que los prodigios no tardan en desaparecer en la evolución normal de
la naturaleza. Es mucho más consolador observar que seguimos la misma ruta que
el alma de este gran mundo, que tenemos las mismas ideas, las mismas
esperanzas, las mismas vicisitudes y casi –a no ser por nuestro sueño
específico de justicia y de piedad- los mismos sentimientos. (pp. 101, 102)
En
este orden de ideas, el texto de Maeterlinck, aborda las flores como un ente
volitivo que con el transcurso del tiempo ha ido desarrollando de manera
consciente diversas estrategias dedicadas a lograr una reproducción más
efectiva. Sin embargo, más allá de los elementos biológicos, el espíritu que
anima esta obra es de un carácter más audaz y poético; “(…) un libro pagano, en
el mejor y más profundo y vital sentido de esa palabra (…)”, tal y como lo
afirma en el proemio de este volumen, Gustavo Wilches-Chaux. Así, La inteligencia de las flores es ante
todo un libro consolador, un libro que trasciende la idea de la botánica para
impregnar el espíritu del lector de cierto sentido de trascendencia, poniéndose
de esa manera al mismo nivel de las grandes obras mitológicas de los pueblos.
Un
libro sencillo, humilde, que trata de nuestras humildes vecinas, poseedoras de
una inteligencia más vasta de lo que podríamos atrevernos a imaginar.
Compra obligatoria, al menos para mí.
ResponderEliminarSí, toca con Danny.
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