NEUROMANTE


Autor: William Gibson
Traducido por: José Arconada Rodríguez y Javier Ferreira Ramos
Editorial: Booket
Recomendado para: jóvenes lectores
Novela

Bradbury lo odiaba, consideraba que el cyberpunk era basura, que era algo nocivo para la ciencia ficción. Y es que tal vez no podían existir estilos más opuestos, poético el uno, duro y recargado el otro. Bradbury era melancólico, nostálgico, sepia; Gibson era agresivo, derrotista, neón.
El comienzo de esta novela es en sí mismo una declaración de la derrota: El cielo sobre el puerto tenía el color de una pantalla de televisor sintonizado en un canal muerto. Neuromante es en sí mismo un clásico, una obra exquisita engastada en silicio. Pero vayamos por partes.
Antes de la red existió Gibson, él invento la palabra ciberespacio, de alguna manera nuestro mundo virtual fue preconcebido con él. Precisamente en ese mundo pleno de hackers, de vaqueros, se mueve la novela, alrededor de Case, un pobre diablo quien alguna vez fue un vaquero de éxito hasta que intentó robar a su jefe y este hizo algo peor que matarlo, lo hirió de forma tan profunda que jamás podría ingresar de nuevo al ciberespacio. Por supuesto ello se mantuvo hasta que alguien, otra suerte de pez abisal necesitó de él.
Neuromante es denso, rápido, pleno de un lenguaje cargado que no da pausa al lector, en este sentido es exigente; Gibson no se detiene a explicarle al lector: esto es el hielo, es to es una consola, este es un implante, no. Esos elementos son hechos del mundo en el que nos sumergimos y como tal debemos desentrañarlos, de la misma manera en que desentrañamos el mundo cuando somos bebés.

El resultado es una novela arrolladora que desnuda al ser humano frente a la tecnología avasalladora que nos rodea y que se integra con nosotros; una obra imprescindible para los amantes de la ciencia ficción.  

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