Autor: George. R. R. Martin
Traductor: Jofre Homedes
Beutnagel
Editorial: Plaza Janés
Recomendado para: Jóvenes
lectores
Recopilación de cuentos
Comencemos
con una perogrullada. La saga de Canción
de hielo y fuego de G. R. R. Martin, ha sido una de la serie de libros más
seguida de los últimos tiempos. A esto no le ha ayudado poco, por supuesto, que
HBO haya decidido adaptar esta obra al medio audiovisual. Sin embargo, podemos
añadir que ese también es un flaco favor, puesto que Martin es un escritor
lento, y hay quienes tememos que al final todo se convierta en un producto transmedia,
donde no se sabe de dónde parte y dónde termina todo. ¿Qué fue primero, el
huevo o la gallina?, ¿Martin o HBO? La pregunta, para los lectores, para los
fanáticos, no es baladí.
Para
quienes han leído Canción de hielo y
fuego estarán de acuerdo en que algunas de las características de su éxito
son: la narración, que permite que cada personaje mantenga su propia óptica
reducida de los hechos, aunque la narración sea en cada persona; la
ambientación, donde se presenta un mundo con sus propias reglas espacio
temporales; la dosis justa de fantasía, lo que permite que aquellos que no
gustan de los dragones o de los zombies puedan sumergirse en un mundo en el que
la intriga política es aún más relevante; al fin y al cabo, hayan dragones o
tanques de guerra, quienes resuelven todo son quienes lo manejan. Por supuesto,
un mundo tan amplio puede ser visitado y revisitado multitud de veces.
He
mencionado antes las características de éxito de la saga, porque de estas
adolece precisamente El caballero de los
siete reinos. En primer lugar, se trata de una recopilación de historias
con dos personajes principales que las aúnan, Ser Duncan el alto y su escudero Egg. En los tres relatos (El
caballero errante, La espada leal
y El caballero misterioso), así que
la profusión de nombres y personajes se pierde por completo; la ambientación en
un asunto casi baladí, puesto que si se olvida que se trata de una precuela,
puede tratarse de una novela de caballería medieval, la sola mención de los
largos inviernos o veranos, no tiene cabida aquí. En contraste, la intriga
política no cede terreno, aunque los protagonistas, caballero y escudero, erren
por el mundo, el trasfondo de una situación política inestable, en donde la
casa Targaryen impera.
Por
otro lado, uno de los aspectos más relevantes de La espada leal es su completa independencia de la saga. Aunque se
anuncia como una precuela, esta colección de relatos no necesita de Canción
de hielo y fuego para ser entendida y disfrutada. En contraste, también
permite al fanático ver la maestría de Martin en obras más concentradas, menos
alambicadas, y darse cuenta que no se trata de un autor de una sola obra, por
el contrario más allá del Juego de tronos
podemos tener mucho más de Martin para disfrutar.
P.D.
Gracias a Tomás por prestarme el libro. Siempre es bueno que los alumnos nos
presten los libros a los docentes. J
Te envidio ese alumno prestador de libros.
ResponderEliminarYa me la leí, yamelaleí. ¡Una historia de juego de tronos con final! Me gustó. Voy a leerla la tercera vez.
ResponderEliminar