Autor e
ilustrador: Wolf Erlbruch
Editorial: Ediciones
Tecolote
Recomendado para: Primeros lectores
Libro – álbum
Una gran parte
de padres, maestros y editores, tienen al libro sólo como un transmisor de
valores. Sin embargo, algunas de las funciones más relevantes de este artefacto
cultura son la de inquietar, indagar y cuestionar. La transmisión de valores y
el mantenimiento del status quo son
funciones que se asocian al libro en virtud de un régimen a menudo inconsciente.
La gran pregunta puede llegar a ser un libro incomodo por dos razones, la de cuestionar las razones de la
existencia y la de permitir la pluralidad de respuestas. Se nos ha enseñado socialmente
que preguntarnos acerca de la existencia nuestra o de algo en particular es hacer
una invitación al ocio o, peor, a la filosofía. Hoy en día, pensar suele ser
subvalorado, puesto que quien piensa no consume. Y nuestra época los modales,
el consumo y la moda son los elementos primordiales que mantienen el status quo de la sociedad. Pensar es un hecho
incomodo, aunque nuestros mismos discursos sobre la educación hagan pensar lo
contrario.
No podía ser
otro que Wolf Erlbruch, el mismo
autor de El pato y la muerte, quien
nos trajera este libro sencillo, bello y cuestionador, en donde por motivo de
un cumpleaños se le dice al niño desde la visión de un hermano, un soldado, un
perro, una muerte, un marinero y un tres, entre tantas otras instancias
arbitrarias y posibles la razón de la existencia, la respuesta al por qué
estamos aquí.
Como elemento
adicional tenemos un libro que se encarga de acercarle al niño desde muy
pequeño el cuestionamiento filosófico, el pensamiento acerca de lo uno y lo
múltiple, de lo que soy yo y lo que son los otros. Descubrimos al final,
lectores niños y lectores adultos, que todavía no tenemos respuestas
definitivas. Aunque eso nos asuste…
Está bueno para una clase de filosofía para niños.
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