Autora: Eleonora Bellini
Ilustrador: Massimo Caccia
Editorial: Océano- Travesía
Recomendado para: Bebés
Libro- Álbum
No son muchos
los libros para bebés que tengo la oportunidad para reseñar. En primer lugar
porque siento que una vez he reseñado uno ya los he reseñado casi todos, en
segundo lugar porque son pocos los que encuentro que de alguna manera se
diferencian. En cuanto al primer punto estoy seguro que mi ignorancia es gigantesca,
es decir deben existir múltiples variaciones, pero la verdad las bibliotecas a
las que suelo acudir no tienen mucho contenido para los bebés y hace algún
tiempo me cansé de las infinitas variaciones que pueden ofrecer los libros en
cuanto a lidiar con problemas como dejar
la bacinilla, aprender los colores o aprender que significa estar vestido y qué
desvestido. Entiendo la naturaleza, necesidad y razón de la existencia de ese
tipo de libros, empero eso no quiere decir que necesariamente me atraigan y/o
gusten. Sin embargo al llamarse este espacio Lecturas para todos, siempre tengo la idea de que estoy en deuda, y
ando en perenne búsqueda de material que me interese y que pueda reseñar.
Como siempre, no
fue así como llegué a Canción de cuna para
una ovejita. No, llegué a él un día en que el pico y placa nos encerró a
Elizabeth y a mí en un centro comercial, donde para pasar la condena, nos
recluimos momentáneamente en una librería. Así que después de los libros de
fantasía y ciencia ficción, la literatura latinoamericana y la poesía, recaí en
la literatura infantil y juvenil, y entre otros libros de océano cayó este en
mis manos. Fue amor a primera vista. En primer lugar porque no se trataba de
una nueva recopilación de canciones infantiles (mis preferidas creo que ya las
he reseñado), si no de un sencillo poema para leer antes de dormir. Lo otro que
me atrajo fue que no había un exceso de rojos, amarillos y colores primarios
violentos y explosivos. En lugar de ellos habían tonalidades azules y ocres,
propias del anochecer, delineadas con un negro trazo firme. En tercer lugar, porque el texto deja a los
lobo bien parados. Elizabeth rebate y discute este punto. No es un libro
realista me dice entre risas, pero la verdad no me interesa que sea un libro
realista. La literatura infantil está plagada de libros poco realistas. No hay
un gato con botas, no hay siete enanos ni dragones. Eso no hace a ese tipo de
personajes menos reales para los lectores.
Así que este
pequeño volumen que se dedica a versificar sobre una pobre ovejita perdida en
el bosque a quien termina acogiendo una loba, es una sencilla nana para antes
de ir a dormir, que a pesar de su simplicidad no escatima el elemento
literario. Son trece páginas dobles que se hallan plenas de la presencia de la
literatura, bella y cautivante literatura.
Un bebé, estoy
seguro, agradecerá un libro como este.
Los dibujos son lindos, la historia buena, no me gusta el final, pero los que tienen el último balbuceo son los bebés. (el final es feliz) aclaro para los que no se lo han leido.
ResponderEliminarbueno y dulce, Pepi
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