Una biblioteca en San Andrés....



Hace un tiempo no he podido colgar ningún nuevo artículo, más en virtud del segundo aniversario del blog tengo no sólo el deber si no la obligación de hacerlo. Mi ausencia se debe a varias razones, una de ellas tiene que ver con mi dedicación como docente de lenguaje en los grados noveno y décimo del Colegio Gimnasio La Colina de Cali. El segundo de ellos, a que estuve alejado temporalmente de los medios electrónicos; y por último, pero no menos importante, porque los tiempos libres los reparto entre mi esposa y los libros.

Uno de esos tiempos libres fue dedicado a las vacaciones de mitad de año escolar. Finalmente viajé a San Andrés y entre otras cosas conocí una de sus bibliotecas públicas, la Biblioteca de la Casa de la Cultura. Se trata de una estructura de madera que está medio derruida. De hecho la mitad, que corresponde al sector cultural se halla en ruinas, mientras que en la otra mitad se halla la colección de libros. Llegamos a última hora, la detecté al atardecer y de inmediato me encaminé a ella. Encontré varios libros, mucho entusiasmo y ningún apoyo de parte del departamento. Quienes se encargan de la biblioteca ni siquiera son pagos, sostienen el servicio como bien se pueda a la comunidad, y el resto del tiempo se dedican a buscar como sostenerse económicamente. La situación – a Diciembre- tenía ya sus buenos seis meses y sospecho que aun no han encontrado solución.

Eso me recuerda que uno de los invitados a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara es un reciclador, que a fuerza de pasión ha levantado cinco bibliotecas en Bogotá. Amén de las donaciones de libros que está recibiendo nadie apoya su labor cultural. Incluso una de las bibliotecas está atendida por una niña de catorce años. Si bien estoy de acuerdo con que una comunidad debe estar en la capacidad de autogestionar sus recursos, también ha de considerarse la necesidad del estado de apoyar estas iniciativas, tanto más cuanto que cualquier actividad con una oferta mínima de lucro aparta a estas personas de su gestión.

Muchos opinarán que este tipo de labores engrandece el alma humana. No soy nadie para contradecir esta opinión. Sin embargo no deja de ser cierto que la labor cultural es una de las más descuidadas gubernamentalmente. Esto refleja la condición de las bibliotecas y la promoción de lectura en nuestro país. Si no se espera que los ciudadanos construyan carreteras por sí mismos o aeropuertos o muelles, por qué si se les deja solos en el campo de la gestión cultural.

Alabamos mientras tanto los esfuerzos de todos nuestros bibliotecarios y bibliotecarias independientes que comprometidos con su labor se han entregado en cuerpo y alma a la gestión cultural. En tanto, seguimos esperando la presencia del estado en San Andrés.

Comentarios

  1. Qué triste situación. En mi pueblo sucede algo parecido. En las mismas instalaciones funcionan la biblioteca municipal y la casa de la cultura. La casa de la cultura sí se mueve un poco, pero la biblioteca no tiene bibliotecario, ni mesas, sólo están los libros como embodegados, por allá metidos sin que nadie los saque, los provea o los pida. Y bastantes libros que sí hay en esa colección. Qué m... :-/

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  2. A propósito del comentario que acabo de hacer, esta situación me ha dado la idea, desde hace meses, de que en un futuro voy a crear en el pueblo un centro cultural, con biblioteca y programas educativos, ya que si se busca el apoyo del municipio habría que aportar a cambio cuotas en votos y someterse a los deseos burocráticos y politiqueros (ya ha sucedido con otros proyectos). Por eso, a veces no es tan malo ser independiente, pero juemadre, más apoyo si hace falta, pero apoyo transparente, no en el que se queden debiendo favores politiqueros.

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