Cómo analizamos relatos infantiles y juveniles



Autora: Gemma Lluch

Colección: Catalejo

Editorial: Grupo Editorial Norma

Recomendado para: Promotores de lectura.

Al trabajar en la formación de docentes me encuentro a diario con que ellos manejan una limitación autoimpuesta, casi como una mutilación de guerra, la visión del libro como instrumento moralizante. De hecho es una búsqueda constante de los adultos al entregar a los niños y jóvenes un libro. Se busca que enseñe algo de manera explícita, una variante de los textos de Esopo y Samaniego. Si no se encuentra esa característica el libro entonces no es útil.

Esta peculiaridad ha llevado a que muchos docentes acepten los relatos de J.K. Rowling y Stephenie Meyer (Brujos y vampiros) en las aulas de clase, reduciéndolos casi de inmediato a los esquemas de trabajo de textos como “La Celestina” o “La ciudad y los perros” descuidando por completo la pasión que estas sagas despiertan en los jóvenes. Aquí quienes no han podido entender el texto son los docentes.

Más allá de la superficie, de lo bueno o malo, que nos parezca un texto, de su enseñanza aparente o secundaria, existe un cumulo de elementos narrativos o narratológicos, estructurales y de fondo que hacen que un texto sea siempre más interesante que la moraleja que se maneje.

En “Cómo analizamos relatos narrativos y juveniles”, la catedrática española Gemma Lluch junto con su equipo, nos toma amablemente de las manos, nos explica los diversos entresijos de la comunicación, entra en el campo de la semiótica y más allá de la de la estructura de la relación de los personajes con el narrador y los escenarios nos introduce de lleno en la teoría de los mundos posibles de Umberto Eco. Pero este camino es sólo el inicio, Lluch es consciente que el mundo infantil y juvenil también trabaja, necesariamente, con textos orales y cinematográficos. Así, una obra como “La guerra de las galaxias”, es también sometida al análisis desde la perspectiva de los mundos posibles en cuanto a las funciones de Propp.

Así este texto se convierte en un lugar de visita obligatorio para todos aquellos que no se contentan sólo con la fabula que ven en la superficie (cuan a menudo el relato infantil y juvenil maneja aspectos simbólicos y críticas complejas en palabras aparentemente sencillas) y que buscan no sólo entender los elementos literarios sino como estos se entrecruzan no sólo con el lector y su mundo cotidiano sino también con los guiños a otros textos, las ideologías de los autores y los imprescindibles paratextos.

Comentarios

Publicar un comentario