Narración Oral Escénica (N.O.E.) III


El escenario ha de estar limpio de objetos y de escenografía. Un narrador, un contador de historias, sólo necesita sus manos y su cuerpo para inventar un mundo al espectador. Tampoco su traje importa. De hecho al contar una historia debe desaparecer el narrador, él no es importante, lo importante es el cuento. En función de él puede existir el narrador.

Al comenzar la marcación de los diversos elementos del cuento ha de tenerse en cuenta donde se ubican los espacios. Dónde ha de estar el palacio o la escuela o el río. Las leyes físicas exigen que dos objetos no pueden ocupar el mismo espacio, y lo mismo sucede con las leyes de la narración. Si se ha ubicado en medio del escenario un río, no ha de poderse ubicar encima de él una montaña o una casa (a menos que haya una explicación sobre el hecho). Sí, en cambio, se puede poblar de sirenas y peces y mantarayas y cocodrilos y canoas.

Es muy importante poder ubicar los movimientos que hace el narrador sobre el escenario debido a que estos sólo deben responder a una necesidad. Si no hay necesidad de movimiento es mejor no moverse. Esos movimientos en que el narrador comienza a andar enloquecido de un lado a otro sin objeto alguno se conocen como movimientos parásitos y lo único que lograr es quitar atención al cuento para centrarla sobre el narrador. De hecho un narrador no necesita estar de pie para narrar, puede hacerlo sobre una sencilla butaca de madera.

Una vez se haya realizado la marcación de movimientos en el escenario el cuento estará preparado para contarse por vez primera, es decir al narrador mismo. Pero por supuesto esto lo veremos en la próxima jornada.
(En la foto Linda Gallo, una de las mejores narradoras orales de latinoamerica)

Comentarios

  1. Me gustó, esta vez estuviste muy claro. Y creo que respondiste unas cuantas preguntas que te hice.

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